Respuesta: Un hombre cabalga solo en la noche después de una fiesta. Con gran habilidad toca en el acordeón canciones de amor y risa. En la mitad del camino parece que el aire le devuelve los sonidos como si se tratara de un eco. El hombre toca más fuerte, más veloz, pero el aire parece traer sonidos mejor elaborados. No se trata del eco. Sale de la oscuridad un acordeonista fantasmagórico, de cinco metros de alto, sobre un caballo de proporciones fastuosas. Es el Diablo, que lo reta a un duelo. Al hombre, erizado, se le ocurre la idea valiente de cantarle el credo al revés, y con esto la presencia demoniaca desaparece.
Esta historia, que muestra el heroísmo de Francisco el Hombre, hace parte del folclor del Caribe colombiano, y en tanto leyenda ocupa un lugar junto a figuras como la Llorona, el Mohán, el Sombrerón, entre otros. El relato proviene de finales del siglo XIX y principios del XX, y su protagonista es Francisco Moscote, un juglar y acordeonista de la época. Su leyenda se encuentra en distintas fuentes, desde poemas, canciones, artículos de internet, hasta la novela Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez, en la que Francisco el Hombre es un juglar que comunica las noticias más importantes entre los pueblos de la ciénaga.
El libro Francisco el Hombre acerca a todos los colombianos a esta particular leyenda. Se estudia las relaciones con otros relatos donde los humanos se enfrentan al diablo, se muestran algunos fragmentos, en verso y prosa, que recrean esta historia, además aparecen fotografías de la región Caribe y un video que contextualiza la leyenda.
En un fragmento encontramos el canto del Diablo cuando sale de la oscuridad:
Yo vengo de tierra lejana
Yo soy un diablo desatao,
Prepárate, Francisco el hombre,
Que te tengo acorralao.
Y esto le responde Francisco:
Muy diablo puedes sé,
no me tienes acorralao.
Por ser diablo desatao,
te canto el credo al revé.
Además de una parte de la leyenda, en estos versos podemos ver el dialecto caribeño que omite algunas consonantes. La leyenda de Francisco el Hombre se nutre de toda la cultura de esta región colombiana, pero al mismo tiempo toca temas que han sido de interés para los humanos de diferentes regiones y épocas. Uno de estos temas es el enfrentamiento del bien y el mal. Por ejemplo, el poema venezolano Florentino y el Diablo narra la historia de un hombre que vence el mal a partir de su talento y fe. En la mitología Celta se encuentra la figura de Finn, quien logra vencer a un demonio que lanzaba bolas de fuego. En la novela argentina Don Segundo Sombra el personaje Miseria vence a una serie de demonios por medio de su astucia. Francisco el Hombre pertenece a esta tradición de relatos que han aparecido en diferentes partes de la historia humana, relatos en los cuales los humanos salen victoriosos frente al mal debido a sus habilidades y creencias.
El libro Francisco el Hombre permite a todo tipo de público acercarse a este relato, a través de una lectura clara y sencilla. Las fotografías recrean a la perfección los espacios por los cuales este juglar caminó y cantó, hasta convertirse en leyenda. De este modo, el libro ofrece un recuerda a todos los colombianos del valor cultural del Caribe.
Respuesta: Un hombre cabalga solo en la noche después de una fiesta. Con gran habilidad toca en el acordeón canciones de amor y risa. En la mitad del camino parece que el aire le devuelve los sonidos como si se tratara de un eco. El hombre toca más fuerte, más veloz, pero el aire parece traer sonidos mejor elaborados. No se trata del eco. Sale de la oscuridad un acordeonista fantasmagórico, de cinco metros de alto, sobre un caballo de proporciones fastuosas. Es el Diablo, que lo reta a un duelo. Al hombre, erizado, se le ocurre la idea valiente de cantarle el credo al revés, y con esto la presencia demoniaca desaparece.
Esta historia, que muestra el heroísmo de Francisco el Hombre, hace parte del folclor del Caribe colombiano, y en tanto leyenda ocupa un lugar junto a figuras como la Llorona, el Mohán, el Sombrerón, entre otros. El relato proviene de finales del siglo XIX y principios del XX, y su protagonista es Francisco Moscote, un juglar y acordeonista de la época. Su leyenda se encuentra en distintas fuentes, desde poemas, canciones, artículos de internet, hasta la novela Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez, en la que Francisco el Hombre es un juglar que comunica las noticias más importantes entre los pueblos de la ciénaga.
El libro Francisco el Hombre acerca a todos los colombianos a esta particular leyenda. Se estudia las relaciones con otros relatos donde los humanos se enfrentan al diablo, se muestran algunos fragmentos, en verso y prosa, que recrean esta historia, además aparecen fotografías de la región Caribe y un video que contextualiza la leyenda.
En un fragmento encontramos el canto del Diablo cuando sale de la oscuridad:
Yo vengo de tierra lejana
Yo soy un diablo desatao,
Prepárate, Francisco el hombre,
Que te tengo acorralao.
Y esto le responde Francisco:
Muy diablo puedes sé,
no me tienes acorralao.
Por ser diablo desatao,
te canto el credo al revé.
Además de una parte de la leyenda, en estos versos podemos ver el dialecto caribeño que omite algunas consonantes. La leyenda de Francisco el Hombre se nutre de toda la cultura de esta región colombiana, pero al mismo tiempo toca temas que han sido de interés para los humanos de diferentes regiones y épocas. Uno de estos temas es el enfrentamiento del bien y el mal. Por ejemplo, el poema venezolano Florentino y el Diablo narra la historia de un hombre que vence el mal a partir de su talento y fe. En la mitología Celta se encuentra la figura de Finn, quien logra vencer a un demonio que lanzaba bolas de fuego. En la novela argentina Don Segundo Sombra el personaje Miseria vence a una serie de demonios por medio de su astucia. Francisco el Hombre pertenece a esta tradición de relatos que han aparecido en diferentes partes de la historia humana, relatos en los cuales los humanos salen victoriosos frente al mal debido a sus habilidades y creencias.
El libro Francisco el Hombre permite a todo tipo de público acercarse a este relato, a través de una lectura clara y sencilla. Las fotografías recrean a la perfección los espacios por los cuales este juglar caminó y cantó, hasta convertirse en leyenda. De este modo, el libro ofrece un recuerda a todos los colombianos del valor cultural del Caribe.