Sientes que tu garganta se reseca y una sed insaciable te choca de golpe. Tu estómago ruge a gritos ordenándote que lo alimentes, mientras ríes desaforadamente. El estrés se desvanece en tu lengua, donde reposan pedazos del happy brownie que acabas de consumir.
Respuesta:
Sientes que tu garganta se reseca y una sed insaciable te choca de golpe. Tu estómago ruge a gritos ordenándote que lo alimentes, mientras ríes desaforadamente. El estrés se desvanece en tu lengua, donde reposan pedazos del happy brownie que acabas de consumir.
Explicación: