En general, los ésteres de los ácidos orgánicos son líquidos neutros, incoloros, con olor agradable e insoluble en agua, aunque se disuelven con facilidad en disolventes orgánicos. Muchos ésteres tienen un olor afrutado y se preparan sintéticamente en grandes cantidades para utilizarlos como esencias frutales artificiales, como condimentos y como ingredientes de los perfumes Todas las grasas y aceites naturales (exceptuando los aceites minerales) y la mayoría de las ceras son mezclas de ésteres.
Porque Los ésteres son compuestos derivados de los ácidos carboxílicos, se obtienen de la sustitución deel H del grupo carboxilo por un radical alquílico o arílico.
Las frutas tienen olores característicos y ello se debe a los ésteres que los componen, por ejemplo, el olor a banano se debe al acetato de isoamilo; olor a piña, el butirato de butilo; naranja, etanoato de octilo; frambuesa, octanoato de heptilo, entre otros.
Los aromatizantes empleados en la industria alimenticia, en su gran mayoría son artificiales, también son empleados como saborizantes en la fabricación de caramelos.
Su utilización también se extiende a otras industrias como la farmacéutica, la elaboración de plásticos o insecticidas.
En general, los ésteres de los ácidos orgánicos son líquidos neutros, incoloros, con olor agradable e insoluble en agua, aunque se disuelven con facilidad en disolventes orgánicos. Muchos ésteres tienen un olor afrutado y se preparan sintéticamente en grandes cantidades para utilizarlos como esencias frutales artificiales, como condimentos y como ingredientes de los perfumes Todas las grasas y aceites naturales (exceptuando los aceites minerales) y la mayoría de las ceras son mezclas de ésteres.
Porque Los ésteres son compuestos derivados de los ácidos carboxílicos, se obtienen de la sustitución deel H del grupo carboxilo por un radical alquílico o arílico.
Las frutas tienen olores característicos y ello se debe a los ésteres que los componen, por ejemplo, el olor a banano se debe al acetato de isoamilo; olor a piña, el butirato de butilo; naranja, etanoato de octilo; frambuesa, octanoato de heptilo, entre otros.
Los aromatizantes empleados en la industria alimenticia, en su gran mayoría son artificiales, también son empleados como saborizantes en la fabricación de caramelos.
Su utilización también se extiende a otras industrias como la farmacéutica, la elaboración de plásticos o insecticidas.