felipealiste
Porque el poder de la naturaleza es inmenso, como el propio universo. Las teorías del bing-bang o de la gran explosión defienden que el universo es inmenso, pero no infinito porque está en expansión. Decía Guillermo en El Nombre de la Rosa a su discípulo Adso que a la naturaleza se la domina obedeciéndola, siguiendo en esto la doctrina de Francis Bacon, que es un filósofo inglés posterior del siglo XVI, pues la acción de la novela parece que Umberto Ecco la sitúa en el siglo XIV.