Aún los que les gusta criticar a la Iglesia han tenido que reconocer que su labor caritativa ha sido extraordinaria e inigualable.
Practicar la caridad, la ayuda a los demás, hoy parece obvio y normal, pero eso era algo inusitado en el mundo antiguo. Así que el trato justo y amable entre las personas fue algo verdaderamente original, y comenzó a darse al llegar el cristianismo.
Y es cierto que la Iglesia ha hecho una cantidad inmensa de obras buenas y necesarias, pero más importante aún ha sido el espíritu que ha impulsado esa labor. Este espíritu es lo que revolucionó la atención a los necesitados.
Como sabemos, la enseñanza de la Iglesia es y ha sido siempre que debemos ayudar a las personas. Y que debemos dar sin esperar recibir. La ayuda al prójimo se hace porque Dios nos lo ha pedido y nos lo exige. Se hace por amor a Dios y por amor al prójimo, no porque se espera que el otro te recompense.
Pero lo que revolucionó aún más y que dejó atónitos a muchos en la antigüedad fue la atención y ayuda que los cristianos daban a los enemigos y adversarios. ¡Eso era una locura en el mundo antiguo! Pero es que, siguiendo lo que Cristo nos había pedido, la Iglesia aconseja que debemos ayudar incluso a nuestros enemigos.
Cuando se sucedían las plagas en las ciudades, la actitud de los cristianos dejaba asombrados a los enfermos y a cualquier observador, porque los paganos se alejaban inclusive de sus familiares y amigos, abandonaban a los moribundos en los caminos y ni siquiera les daban sepultura. En contraste, los cristianos se quedaban cuidando los enfermos y moribundos, propios y extraños, a riesgo de contagiarse y también morir.
Como resultado del buen ejemplo de los cristianos, muchos paganos se interesaron por el cristianismo.
Aún los que les gusta criticar a la Iglesia han tenido que reconocer que su labor caritativa ha sido extraordinaria e inigualable.
Practicar la caridad, la ayuda a los demás, hoy parece obvio y normal, pero eso era algo inusitado en el mundo antiguo. Así que el trato justo y amable entre las personas fue algo verdaderamente original, y comenzó a darse al llegar el cristianismo.
Y es cierto que la Iglesia ha hecho una cantidad inmensa de obras buenas y necesarias, pero más importante aún ha sido el espíritu que ha impulsado esa labor. Este espíritu es lo que revolucionó la atención a los necesitados.
Como sabemos, la enseñanza de la Iglesia es y ha sido siempre que debemos ayudar a las personas. Y que debemos dar sin esperar recibir. La ayuda al prójimo se hace porque Dios nos lo ha pedido y nos lo exige. Se hace por amor a Dios y por amor al prójimo, no porque se espera que el otro te recompense.
Pero lo que revolucionó aún más y que dejó atónitos a muchos en la antigüedad fue la atención y ayuda que los cristianos daban a los enemigos y adversarios. ¡Eso era una locura en el mundo antiguo! Pero es que, siguiendo lo que Cristo nos había pedido, la Iglesia aconseja que debemos ayudar incluso a nuestros enemigos.
Cuando se sucedían las plagas en las ciudades, la actitud de los cristianos dejaba asombrados a los enfermos y a cualquier observador, porque los paganos se alejaban inclusive de sus familiares y amigos, abandonaban a los moribundos en los caminos y ni siquiera les daban sepultura. En contraste, los cristianos se quedaban cuidando los enfermos y moribundos, propios y extraños, a riesgo de contagiarse y también morir.
Como resultado del buen ejemplo de los cristianos, muchos paganos se interesaron por el cristianismo.
espero q te sirva