La colonización de América fue efectuada sustancialmente por la Corona de Castilla (ligada a los reinos indianos dinásticamente) y es la continuación de una primera expansión y experiencia colonizadora del Reino de Castilla en las islas Canarias, en las cuales ensayó por primera vez a cierta escala la experiencia de conquistar, poblar y administrar un territorio nuevo, habitado por pueblos desconocidos, asimilándolos y cristianizándolos en el proceso. Así, las tres últimas grandes islas de Canarias fueron completamente sometidas en los años 1478-1483 (Gran Canaria), 1492-1493 (La Palma) y 1494-1496 (Tenerife) aunque el impulso colonizador arranca mucho antes, en las otras islas del archipiélago. Esta experiencia y la existencia de fórmulas desarrolladas para solucionar los problemas de fundación de nuevas ciudades, pactos y enfrentamientos con los naturales del país, designación y atribuciones de los Adelantados militares, engranaje de los aparatos administrativos: religioso, civil y militar, fueron luego ampliamente usadas en América, tienen sus antecedentes lejanos en la experiencia de la reconquista y repoblación de la península ibérica.
Se calcula que durante el periodo colonial (1492-1832), un total de 1,86 millones de españoles se asentaron en las Américas y otros 3,5 millones inmigraron durante la época poscolonial (1850-1950); la estimación es de 250 000 en el siglo XVI, y la mayoría durante el siglo XVIII, ya que la inmigración fue fomentada por la nueva dinastía borbónica.[3] Por el contrario, se calcula que la población indígena se redujo en un 80% en el primer siglo y medio posterior a los viajes de Colón, principalmente por la propagación de enfermedades, el trabajo forzado y la esclavitud para la extracción de recursos, además de la misionización.[4][5] Se ha dicho que este fue el primer acto de genocidio a gran escala de la era moderna por diversos académicos, entre ellos el creador del término Raphael Lemkin.[6][7][8][9] Algunos académicos y autores han negado esta clasificación.[10][11][12][13][14][15]
A principios del siglo XIX, las guerras de independencia hispanoamericanas dieron lugar a la secesión y posterior división de la mayoría de los territorios españoles en América, excepto Cuba y Puerto Rico, que se perdieron en favor de Estados Unidos en 1898, tras la Guerra hispano-estadounidense
Respuesta:
no se si te ayude
La colonización de América fue efectuada sustancialmente por la Corona de Castilla (ligada a los reinos indianos dinásticamente) y es la continuación de una primera expansión y experiencia colonizadora del Reino de Castilla en las islas Canarias, en las cuales ensayó por primera vez a cierta escala la experiencia de conquistar, poblar y administrar un territorio nuevo, habitado por pueblos desconocidos, asimilándolos y cristianizándolos en el proceso. Así, las tres últimas grandes islas de Canarias fueron completamente sometidas en los años 1478-1483 (Gran Canaria), 1492-1493 (La Palma) y 1494-1496 (Tenerife) aunque el impulso colonizador arranca mucho antes, en las otras islas del archipiélago. Esta experiencia y la existencia de fórmulas desarrolladas para solucionar los problemas de fundación de nuevas ciudades, pactos y enfrentamientos con los naturales del país, designación y atribuciones de los Adelantados militares, engranaje de los aparatos administrativos: religioso, civil y militar, fueron luego ampliamente usadas en América, tienen sus antecedentes lejanos en la experiencia de la reconquista y repoblación de la península ibérica.
Se calcula que durante el periodo colonial (1492-1832), un total de 1,86 millones de españoles se asentaron en las Américas y otros 3,5 millones inmigraron durante la época poscolonial (1850-1950); la estimación es de 250 000 en el siglo XVI, y la mayoría durante el siglo XVIII, ya que la inmigración fue fomentada por la nueva dinastía borbónica.[3] Por el contrario, se calcula que la población indígena se redujo en un 80% en el primer siglo y medio posterior a los viajes de Colón, principalmente por la propagación de enfermedades, el trabajo forzado y la esclavitud para la extracción de recursos, además de la misionización.[4][5] Se ha dicho que este fue el primer acto de genocidio a gran escala de la era moderna por diversos académicos, entre ellos el creador del término Raphael Lemkin.[6][7][8][9] Algunos académicos y autores han negado esta clasificación.[10][11][12][13][14][15]
A principios del siglo XIX, las guerras de independencia hispanoamericanas dieron lugar a la secesión y posterior división de la mayoría de los territorios españoles en América, excepto Cuba y Puerto Rico, que se perdieron en favor de Estados Unidos en 1898, tras la Guerra hispano-estadounidense