Entre los objetivos perseguidos por los alquimístas, se encontraban dos importantes cuestiones. La necesidad imperiosa del hombre por descubrir la fuente de la vida eterna, “el Elixir de la eterna juventud” y el de transformar los metales innobles, como el plomo y el cobre, en metales preciosos, como la Plata y el Oro.
Para lograr el primer objetivo, los alquimistas invirtieron en el proceso, algo más que tiempo. Sus propias vidas. Tal es así que una leyenda urbana, cuenta que el reconocido físico Isaac Newton, intentando obtener el elixir de la vida eterna, bebió un brebaje preparado por el mismo y encontró su propia muerte en vez de la inmortalidad.
Entre los objetivos perseguidos por los alquimístas, se encontraban dos importantes cuestiones. La necesidad imperiosa del hombre por descubrir la fuente de la vida eterna, “el Elixir de la eterna juventud” y el de transformar los metales innobles, como el plomo y el cobre, en metales preciosos, como la Plata y el Oro.
Para lograr el primer objetivo, los alquimistas invirtieron en el proceso, algo más que tiempo. Sus propias vidas. Tal es así que una leyenda urbana, cuenta que el reconocido físico Isaac Newton, intentando obtener el elixir de la vida eterna, bebió un brebaje preparado por el mismo y encontró su propia muerte en vez de la inmortalidad.