La doctrina católica y el modernismo, como se ha mostrado, entienden el concepto de verdad de modo muy distinto. La primera defiende la primacía de la realidad objetiva de Dios y el segundo promueve la expresión subjetiva de opiniones personales. Esta definición divergente de la verdad también ha dado origen a dos opiniones contradictorias sobre cómo se debe gobernar la Iglesia.
La doctrina católica y el modernismo, como se ha mostrado, entienden el concepto de verdad de modo muy distinto. La primera defiende la primacía de la realidad objetiva de Dios y el segundo promueve la expresión subjetiva de opiniones personales. Esta definición divergente de la verdad también ha dado origen a dos opiniones contradictorias sobre cómo se debe gobernar la Iglesia.