Respuesta:La cultura es una dimensión fundamental en la vida de cada uno. En ella recibimos nuestra educación, formamos nuestros valores, aprendemos a conocer, amar y apreciar lo verdadero, lo bueno y lo bello. La cultura tiene, pues, un lugar fundamental en el Plan de Dios como escuela de humanidad y ámbito de despliegue humano.
Sin embargo, la ruptura entre fe y cultura es uno de los graves males de nuestro tiempo, que hoy se manifiesta también en una “anticultura” de muerte. Con esto en mente, la evangelización de la cultura es una de las líneas apostólicas prioritarias que desarrolla el Sodalicio.
El Sodalicio se halla decididamente comprometido con la evangelización de la cultura, entendiendo que esta evangelización no se puede hacer de una manera decorativa o superficial, sino de modo vital y en profundidad, llegando hasta las mismas raíces de la cultura y las culturas del hombre.
Entre los sodálites hay, entre otros, intelectuales, historiadores, escritores, literatos, pintores, escultores, músicos, así como profesionales en diversas áreas. Muchos de los sodálites se dedican a la enseñanza en diversos niveles, a la investigación, a las publicaciones, o laboran en el ámbito de las comunicaciones sociales. Otros desarrollan iniciativas en el ámbito de una propuesta ecológica más humana, de respeto al medio ambiente y cuidado de la naturaleza.
Todas estas son para los sodálites áreas de despliegue en las cuales se hace concreto su compromiso evangelizador en el ámbito cultural, con el horizonte de aportar a una cultura verdaderamente humana en sus criterios y en sus valores, en sus raíces y sus expresiones.
Respuesta:La cultura es una dimensión fundamental en la vida de cada uno. En ella recibimos nuestra educación, formamos nuestros valores, aprendemos a conocer, amar y apreciar lo verdadero, lo bueno y lo bello. La cultura tiene, pues, un lugar fundamental en el Plan de Dios como escuela de humanidad y ámbito de despliegue humano.
Sin embargo, la ruptura entre fe y cultura es uno de los graves males de nuestro tiempo, que hoy se manifiesta también en una “anticultura” de muerte. Con esto en mente, la evangelización de la cultura es una de las líneas apostólicas prioritarias que desarrolla el Sodalicio.
El Sodalicio se halla decididamente comprometido con la evangelización de la cultura, entendiendo que esta evangelización no se puede hacer de una manera decorativa o superficial, sino de modo vital y en profundidad, llegando hasta las mismas raíces de la cultura y las culturas del hombre.
Entre los sodálites hay, entre otros, intelectuales, historiadores, escritores, literatos, pintores, escultores, músicos, así como profesionales en diversas áreas. Muchos de los sodálites se dedican a la enseñanza en diversos niveles, a la investigación, a las publicaciones, o laboran en el ámbito de las comunicaciones sociales. Otros desarrollan iniciativas en el ámbito de una propuesta ecológica más humana, de respeto al medio ambiente y cuidado de la naturaleza.
Todas estas son para los sodálites áreas de despliegue en las cuales se hace concreto su compromiso evangelizador en el ámbito cultural, con el horizonte de aportar a una cultura verdaderamente humana en sus criterios y en sus valores, en sus raíces y sus expresiones.