Juanpa9906
La contaminación es la alteración nociva del estado natural de un medio como consecuencia de la introducción de un agente totalmente ajeno a ese medio (contaminante), causando inestabilidad, desorden, daño o malestar en un ecosistema, en el medio físico o en un ser vivo.1 El contaminante puede ser una sustancia química, energía (como sonido, calor, o luz), o incluso genes. A veces el contaminante es una sustancia extraña, una forma de energía, o una sustancia natural. Contaminación por petróleo
Los derrames de petróleo afectan la tasa de crecimiento y los sistemas de reproducción de los corales. Este impacto se ve agravado por los dispersantes utilizados después de un derrame, ya que aumentan las amenazas y pueden incluso matarlos. Los escurrimientos de combustible de los barcos también les causan daño: en 1998, el barco Emily Cheremie destruyó más de 400 metros de arrecife frente a las costas de Quintana Roo. con los derrames producidos en diferentes partes del mundo como lo qu epaso en el golfo de mexico.
Tras describir la contaminación por petróleo, hay que destacar que cualquier sustancia que afecte la claridad del agua, como el exceso de sedimentación causado por el dragado de las costas y la erosión ocasionada por la deforestación, afectará a las zooxantelas y su habilidad para fotosintetizar. Las aguas usadas y los fertilizantes aumentan la cantidad de materia orgánica y por tanto causan eutrificación en el agua. Esto estimula el crecimiento de las algas que asfixian a los pólipos al crecer más rápido que los corales, y compiten por espacio en el suelo marino con éstos. Los contaminantes por agentes químicos o biológicos pueden ser tóxicos y acabar con los corales. La descarga de aguas calientes de plantas generadoras de energía es tan letal como cualquier veneno, ya que los corales están adaptados a las temperaturas estables del trópico. Monóxido de Carbono (CO): Es un gas inodoro e incoloro. Cuando se lo inhala, sus moléculas ingresan al torrente sanguíneo, donde inhiben la distribución del oxígeno. En bajas concentraciones produce mareos, jaqueca y fatiga, mientras que en concentraciones mayores puede ser fatal.
El monóxido de carbono se produce como consecuencia de la combustión incompleta de combustibles a base de carbono, tales como la gasolina, el petróleo y la leña, y de la de productos naturales y sintéticos, como por ejemplo el humo de cigarrillos. Se lo halla en altas concentraciones en lugares cerrados, como por ejemplo garajes y túneles con mal ventilados, e incluso en caminos de tránsito congestionado.
Contaminación por petróleo
Los derrames de petróleo afectan la tasa de crecimiento y los sistemas de reproducción de los corales. Este impacto se ve agravado por los dispersantes utilizados después de un derrame, ya que aumentan las amenazas y pueden incluso matarlos. Los escurrimientos de combustible de los barcos también les causan daño: en 1998, el barco Emily Cheremie destruyó más de 400 metros de arrecife frente a las costas de Quintana Roo. con los derrames producidos en diferentes partes del mundo como lo qu epaso en el golfo de mexico.
Tras describir la contaminación por petróleo, hay que destacar que cualquier sustancia que afecte la claridad del agua, como el exceso de sedimentación causado por el dragado de las costas y la erosión ocasionada por la deforestación, afectará a las zooxantelas y su habilidad para fotosintetizar. Las aguas usadas y los fertilizantes aumentan la cantidad de materia orgánica y por tanto causan eutrificación en el agua. Esto estimula el crecimiento de las algas que asfixian a los pólipos al crecer más rápido que los corales, y compiten por espacio en el suelo marino con éstos. Los contaminantes por agentes químicos o biológicos pueden ser tóxicos y acabar con los corales. La descarga de aguas calientes de plantas generadoras de energía es tan letal como cualquier veneno, ya que los corales están adaptados a las temperaturas estables del trópico.
Monóxido de Carbono (CO): Es un gas inodoro e incoloro. Cuando se lo inhala, sus moléculas ingresan al torrente sanguíneo, donde inhiben la distribución del oxígeno. En bajas concentraciones produce mareos, jaqueca y fatiga, mientras que en concentraciones mayores puede ser fatal.
El monóxido de carbono se produce como consecuencia de la combustión incompleta de combustibles a base de carbono, tales como la gasolina, el petróleo y la leña, y de la de productos naturales y sintéticos, como por ejemplo el humo de cigarrillos. Se lo halla en altas concentraciones en lugares cerrados, como por ejemplo garajes y túneles con mal ventilados, e incluso en caminos de tránsito congestionado.