No hemos de olvidar que el Adviento es también un tiempo penitencial, es decir, de conversión y de purificación interior de nuestra fe para acoger con un corazón renovado a Cristo que ha venido, viene y vendrá. Nuestra penitencia de Adviento la podemos traducir en ayuda para que aquellos que menos tienen, puedan celebrar de manera adecuada la Navidad.
Explicación:
No hemos de olvidar que el Adviento es también un tiempo penitencial, es decir, de conversión y de purificación interior de nuestra fe para acoger con un corazón renovado a Cristo que ha venido, viene y vendrá. Nuestra penitencia de Adviento la podemos traducir en ayuda para que aquellos que menos tienen, puedan celebrar de manera adecuada la Navidad.