Cuando deciden jugar con nuestros sentimientos es posible que, en el fondo, no quieran hacernos daño. En ocasiones detrás de estos comportamientos se esconde una atracción real entre dos personas, solo que una de ellas no está dispuesta a ir más allá, tal vez, porque detrás de la atracción no hay nada más profundo.
Respuesta:
Cuando deciden jugar con nuestros sentimientos es posible que, en el fondo, no quieran hacernos daño. En ocasiones detrás de estos comportamientos se esconde una atracción real entre dos personas, solo que una de ellas no está dispuesta a ir más allá, tal vez, porque detrás de la atracción no hay nada más profundo.
Explicación paso a paso:
eso decía en Google