Dice un versículo en la escritura que antes de iniciar nuestra jornada, nuestro viaje, nuestros planes, debemos encomendar, entregar, nuestro camino a Dios:
“Encomienda al Señor tu camino, y confía en él; y él hará.” Salmos 37:5
Pero al otro versículo muy poderoso que parece significar lo mismo, pero si lees el contexto y aún las mismas palabras te dicen algo muy especial acerca de encomendar lo que hacemos a Dios.
“Encomienda al Señor tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.” Proverbios 16:3
Cuando encomiendas a el tu camino debes de estar consciente que a la vez también estás entregándole tus pensamientos. Es en el área de la mente donde tenemos probablemente la más grande batalla.
Dice un versículo en la escritura que antes de iniciar nuestra jornada, nuestro viaje, nuestros planes, debemos encomendar, entregar, nuestro camino a Dios:
“Encomienda al Señor tu camino, y confía en él; y él hará.” Salmos 37:5
Pero al otro versículo muy poderoso que parece significar lo mismo, pero si lees el contexto y aún las mismas palabras te dicen algo muy especial acerca de encomendar lo que hacemos a Dios.
“Encomienda al Señor tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.” Proverbios 16:3
Cuando encomiendas a el tu camino debes de estar consciente que a la vez también estás entregándole tus pensamientos. Es en el área de la mente donde tenemos probablemente la más grande batalla.