Respuesta:Entre los años 1808 y 1824 transcurrieron en América una serie de hechos que formaron parte de un complejo proceso histórico que condujo a la emancipación política de las colonias americanas. En general, los historiadores han explicado las causas de este proceso, a través de la definición esquemática de los antecedentes externos e internos que habrían influido en la emergencia del movimiento independentista, estableciendo, a partir de aquél esfuerzo clasificatorio, una relativa unidad de motivaciones.
Concretamente, el inicio de la independencia americana fue propiciado por la coyuntura política, bélica e ideológica por la que atravesó España a raíz del vacío de poder provocado por la invasión de Napoleón I Bonaparte a la Península Ibérica; y la supresión de la dinastía de Borbón debido al apresamiento del rey Fernando VII en 1808. Ese último acontecimiento permitió y legitimó la formación de Juntas de Gobierno en las ciudades americanas más importantes, las que en un comienzo reconocían la autoridad del Rey, lo que reveló lo arraigada que estaba la tradición monárquica (o realista) española en América. Aquel periodo de fidelidad a la autoridad monárquica puede ser considerado como la primera de las fases de la oleada independentista.
Respuesta:Entre los años 1808 y 1824 transcurrieron en América una serie de hechos que formaron parte de un complejo proceso histórico que condujo a la emancipación política de las colonias americanas. En general, los historiadores han explicado las causas de este proceso, a través de la definición esquemática de los antecedentes externos e internos que habrían influido en la emergencia del movimiento independentista, estableciendo, a partir de aquél esfuerzo clasificatorio, una relativa unidad de motivaciones.
Concretamente, el inicio de la independencia americana fue propiciado por la coyuntura política, bélica e ideológica por la que atravesó España a raíz del vacío de poder provocado por la invasión de Napoleón I Bonaparte a la Península Ibérica; y la supresión de la dinastía de Borbón debido al apresamiento del rey Fernando VII en 1808. Ese último acontecimiento permitió y legitimó la formación de Juntas de Gobierno en las ciudades americanas más importantes, las que en un comienzo reconocían la autoridad del Rey, lo que reveló lo arraigada que estaba la tradición monárquica (o realista) española en América. Aquel periodo de fidelidad a la autoridad monárquica puede ser considerado como la primera de las fases de la oleada independentista.
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