SELECCION PARA PREMIO DEL LECTOR (XI) Usted toma el bus para ir al cine. En una curva se sostiene con fuerza del pasamanos y siente la neuralgia en su espalda, y recuerda que son cincuentidós años ya. Se baja en la esquina de la Treinticuatro con Caracas, cruza corriendo la avenida; camina rápidamente entre el andén y la calle, al margen de las dos. Se pasa la mano por el cabello pensando en que las canas mañana serán aún más. Se detiene ante la cartelera, observa el cartel de la película que se exhibe Hoy 22 de junio y mira de reojo a la limosnera, una anciana ciega, que sopesa monedas arrellanada en un rincón de la entrada del teatro. Compra el tiquete, pero es muy temprano para entrar; inconscientemente añora su adolescencia. La anciana alarga el brazo y la mano con un recipiente hacia su rostro y lo agita haciendo castañear las monedas, mismas que mantendrá iguales en número hasta el anochecer.
LA CUEVA DE MONTESINOS
SELECCION PARA PREMIO DEL LECTOR (XI) Usted toma el bus para ir al cine. En una curva se sostiene con fuerza del pasamanos y siente la neuralgia en su espalda, y recuerda que son cincuentidós años ya. Se baja en la esquina de la Treinticuatro con Caracas, cruza corriendo la avenida; camina rápidamente entre el andén y la calle, al margen de las dos. Se pasa la mano por el cabello pensando en que las canas mañana serán aún más. Se detiene ante la cartelera, observa el cartel de la película que se exhibe Hoy 22 de junio y mira de reojo a la limosnera, una anciana ciega, que sopesa monedas arrellanada en un rincón de la entrada del teatro. Compra el tiquete, pero es muy temprano para entrar; inconscientemente añora su adolescencia. La anciana alarga el brazo y la mano con un recipiente hacia su rostro y lo agita haciendo castañear las monedas, mismas que mantendrá iguales en número hasta el anochecer.