Porfavor digame la oracion a la bandera de nicaragua
estefyolmedo
OH!, Bandera esplendorosa,OH!, Bandera sacrosanta...!Cuando subes lentamente,Cuando subes majestuosa sobre elastaya los besos aromados de la brisa,te despliegas como una alaque se tiende bajo el cielo,temblorosa y agitada,me imagino que de prontoen un ímpetu iniciarasla parábola de un verso milagropor la comba inmensa y diáfana.Y de pronto me fijo que es tu vuelocomo el vuelo azul de una águilasobre nieve sempiternacomo el vuelo azul de una águilasobre cumbres milenarias que lossiglos,que los siglos y la nieve hicieronblanca.Tu haz cruzado los caminos de losastrosaclamada por los urras de las épicaslegiones,el estrépito feeral de la batalla,el canglor de la victoriay las auras estridencias de la fama.Tú has cruzado los caminos de losastros,a los vientos de la guerradesplegada,por las manos del epónimo caudillo,que en las gestas legendarias,a galope, victoriosa por las cumbres,o las fértiles cañadas,frente al pasmo de los siglosescribiera,con los rayos de su espada,la epopeya de la Gloria y de la Patria.Te conocen las auroras sonrosadas,cuando en éxodos errantespor los riscos y los páramosondeabas,cobijando las cabezas de los héroesque, en falanges apretadasy sonámbulos de sueños imprecisos,con la planta ensangrentada,iban siempre tras la Tierra Prometidaen la inútil ansiedad de su esperanza.En los rojos mediodías,a través de las ciudades domeñadaspor las calles tumultuosas,bajo de arcos y guirnaldas,al estruendo de los vivasy el clamor de las campanas,por las calles tumultuosastriunfalmente desfilabas...En los rojos mediodías,que el incendio de los solesabrillantaban,resaltaban sus colores tus estrellas,del combate entre las rojasllamaradas.Y te han visto los crepúsculosdolientes,de la noche frente al ara,tras el término sangriento de la luchadespiadada,con los pliegues desgarrados,desmayada y macilenta sobre el asta,como garza adormecida,que ha ocultado la cabeza bajo el ala.Y al cuajarse sobre el campo loscresponesde la sombra densa y vasta,te han dorado los reflejos mortecinosde las trágicas ciudades incendiadas.Cuántas veces, cuántas veces