Todos podemos estar de acuerdo en que existen al menos tres parámetros para medir la calidad de un juego: jugabilidad, gráficos e historia. Sé que puedo estar dejando de lado algunos elementos igual de importantes como la curva de aprendizaje, pero básicamente cuando uno evalúa un juego siempre piensan en esos tres términos.
No es raro encontrarse con títulos que solo hagan hincapié en los dos primeros parámetros, casos como Splinter Cell: Blacklist acuden a mi mente. Videojuegos donde los gráficos y la calidad son de primer nivel dejando al argumento en un segundo plano.
Una historia bien construida es tan importante como la jugabilidad y los gráficos. Hoy veremos cuáles han sido los mejores argumentos en la historia de los videojuegos. La selección no está exenta de valores subjetivos, no obstante hemos medido l
Todos podemos estar de acuerdo en que existen al menos tres parámetros para medir la calidad de un juego: jugabilidad, gráficos e historia. Sé que puedo estar dejando de lado algunos elementos igual de importantes como la curva de aprendizaje, pero básicamente cuando uno evalúa un juego siempre piensan en esos tres términos.
No es raro encontrarse con títulos que solo hagan hincapié en los dos primeros parámetros, casos como Splinter Cell: Blacklist acuden a mi mente. Videojuegos donde los gráficos y la calidad son de primer nivel dejando al argumento en un segundo plano.
Una historia bien construida es tan importante como la jugabilidad y los gráficos. Hoy veremos cuáles han sido los mejores argumentos en la historia de los videojuegos. La selección no está exenta de valores subjetivos, no obstante hemos medido l