Puede ser necesario un segundo análisis de la orina para determinar si el tratamiento prescrito resulta positivo y para evitar nuevas formaciones de piedras. El médico utiliza toda esta información para averiguar las causas de la litiasis renal.
El riesgo de formación y crecimiento de cálculos disminuye considerablemente si se aumenta la cantidad de líquido ingerido por el paciente. Y esto es válido para todos los casos, independientemente de la composición de los cálculos.
A partir de aquí, a la persona afectada se le hacen una serie de recomendaciones preventivas:
Ingerir 3 litros de líquido diarios, que pueden ser la mitad de agua, y la otra mitad de otros líquidos, como los zumos de frutas o algunas infusiones.Cambiar determinadas costumbres alimentarias: mantener una dieta con bajo contenido en calcio y tomar fosfato sódico de celulosa; en el caso de cálculos específicamente de ácido úrico, se recomienda una dieta pobre en carnes, pescado y aves; y en el de personas que tienden a formar piedras de oxalato cálcico, no son recomendables los alimentos ricos en oxalato (cacao, café, cola, espinacas, fresas, te, remolacha, frutos secos, trigo), de manera que si el médico lo aconseja habrá que reducir su ingesta.
En cuanto a la prevención farmacológica, el médico puede prescribir ciertos medicamentos para prevenir las piedras de calcio y ácido úrico, cuya acción controla la cantidad de ácidos en la orina, factor clave en la formación de piedras.
Otra manera de controlar las piedras de calcio es la administración de diuréticos, como lahidroclorotiacida, fármaco que disminuye la cantidad de calcio en los intestinos y previene que éste se filtre a la orina por los riñones.
En el caso de piedras de cistina no controladas, puede hacerse necesaria la administración de otra sustancia farmacológica denominada thiola, que reduce la cantidad de cistina en la orina.
Otro tipo de prevención es de tipo quirúrgico (extirpación de unas glándulas localizadas en el cuello), necesaria en pacientes con hiperparatiroidismo (aumento de la glándula paratiroides), que en ocasiones suelen desarrollar piedras de calcio.
Por su parte, las infecciones deben tratarse lo antes posible, como prevención de la aparición de piedras de estruvita.
Son masas sólidas compuestas de pequeños cristales. Se pueden presentar uno o más cálculos al mismo tiempo en el riñón o en el uréter.
Aproximadamente la mitad de las personas que han sufrido un cálculo renalvuelven a formar otro entre los 5 y los 10 años siguientes. Cuando se ha expulsado la piedra, ésta se analiza, además de someter al paciente a un análisis de la orina en las siguientes 24 horas para medir el volumen urinario y los niveles de acidez, calcio, sodio, ácido úrico, oxalato, citrato y creatinina (un producto del metabolismo muscular).
Puede ser necesario un segundo análisis de la orina para determinar si el tratamiento prescrito resulta positivo y para evitar nuevas formaciones de piedras. El médico utiliza toda esta información para averiguar las causas de la litiasis renal.
El riesgo de formación y crecimiento de cálculos disminuye considerablemente si se aumenta la cantidad de líquido ingerido por el paciente. Y esto es válido para todos los casos, independientemente de la composición de los cálculos.
A partir de aquí, a la persona afectada se le hacen una serie de recomendaciones preventivas:
Ingerir 3 litros de líquido diarios, que pueden ser la mitad de agua, y la otra mitad de otros líquidos, como los zumos de frutas o algunas infusiones.Cambiar determinadas costumbres alimentarias: mantener una dieta con bajo contenido en calcio y tomar fosfato sódico de celulosa; en el caso de cálculos específicamente de ácido úrico, se recomienda una dieta pobre en carnes, pescado y aves; y en el de personas que tienden a formar piedras de oxalato cálcico, no son recomendables los alimentos ricos en oxalato (cacao, café, cola, espinacas, fresas, te, remolacha, frutos secos, trigo), de manera que si el médico lo aconseja habrá que reducir su ingesta.En cuanto a la prevención farmacológica, el médico puede prescribir ciertos medicamentos para prevenir las piedras de calcio y ácido úrico, cuya acción controla la cantidad de ácidos en la orina, factor clave en la formación de piedras.
Otra manera de controlar las piedras de calcio es la administración de diuréticos, como lahidroclorotiacida, fármaco que disminuye la cantidad de calcio en los intestinos y previene que éste se filtre a la orina por los riñones.
En el caso de piedras de cistina no controladas, puede hacerse necesaria la administración de otra sustancia farmacológica denominada thiola, que reduce la cantidad de cistina en la orina.
Otro tipo de prevención es de tipo quirúrgico (extirpación de unas glándulas localizadas en el cuello), necesaria en pacientes con hiperparatiroidismo (aumento de la glándula paratiroides), que en ocasiones suelen desarrollar piedras de calcio.
Por su parte, las infecciones deben tratarse lo antes posible, como prevención de la aparición de piedras de estruvita.
Son masas sólidas compuestas de pequeños cristales. Se pueden presentar uno o más cálculos al mismo tiempo en el riñón o en el uréter.
Aproximadamente la mitad de las personas que han sufrido un cálculo renalvuelven a formar otro entre los 5 y los 10 años siguientes. Cuando se ha expulsado la piedra, ésta se analiza, además de someter al paciente a un análisis de la orina en las siguientes 24 horas para medir el volumen urinario y los niveles de acidez, calcio, sodio, ácido úrico, oxalato, citrato y creatinina (un producto del metabolismo muscular).