Primero, debemos preguntarnos, ¿qué es el bautismo? El bautismo es el lavamiento con agua que se practica sobre una persona en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Esto indica y sella nuestra inserción en Cristo y participación de los beneficios del pacto de la Gracia y nuestro compromiso de ser para Él.
La respuesta es simple. Jesús fue bautizado para que así pudiera entrar en el sacerdocio según Melquisedec para así, convertirse en el Sumo Sacerdote y ofrecerse a Sí Mismo como sacrificio por nuestros pecados.
Mateo 3:13-15: “Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 14Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.”Éxodo 29:1-7: “Esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada, y dos carneros sin defecto. 2y panes sin levadura, y tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite; las harás de flor de harina de trigo. 3Y las pondrás en un canastillo, y en el canastillo las ofrecerás, con el becerro y los dos carneros. 4Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua. 5Y tomarás las vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod; 6y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa. 7Luego tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza y le ungirás.”
El aceite es un tipo del Espíritu Santo: “Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. 27Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.”
El Espíritu Santo descendió del cielo como paloma y vino sobre Él (Mt 3:16).
Jesús fue bautizado porque Él tenía que cumplir los requisitos legales establecidos en la Ley para entrar dentro del sacerdocio. Él fue sacerdote según el orden de Melquisedec (Sal 110:4; He 5:8-10; 6:20). Los sacerdotes ofrecían sacrificio a Dios en nombre del pueblo. Jesús se convirtió en sacrificio por nuestro pecado en Su papel como sacerdote (1 P 2:24; 2 Co 5:21).
Para ser consagrado como sacerdote, Él tenía que ser:
lavado con agua (Ex 29:4; Lv 8:6; Mt 3:16).ungido con aceite (Ex 29:7; Lv 8:12; Mt 3:16).
Ambos, fueron otorgados a Jesús en Su bautismo.
Adicionalmente, Él necesitaría tener 30 años de edad (Nm 4:3).
Éxodo 29:1: “Esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada, y dos carneros sin defecto.”Éxodo 29:4: “Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua.”Éxodo 29:7: “Luego tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza y le ungirás.”
Amós 3:7: "Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas."
Primero, debemos preguntarnos, ¿qué es el bautismo? El bautismo es el lavamiento con agua que se practica sobre una persona en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Esto indica y sella nuestra inserción en Cristo y participación de los beneficios del pacto de la Gracia y nuestro compromiso de ser para Él.
La respuesta es simple. Jesús fue bautizado para que así pudiera entrar en el sacerdocio según Melquisedec para así, convertirse en el Sumo Sacerdote y ofrecerse a Sí Mismo como sacrificio por nuestros pecados.
Mateo 3:13-15: “Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 14Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.”Éxodo 29:1-7: “Esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada, y dos carneros sin defecto. 2y panes sin levadura, y tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite; las harás de flor de harina de trigo. 3Y las pondrás en un canastillo, y en el canastillo las ofrecerás, con el becerro y los dos carneros. 4Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua. 5Y tomarás las vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod; 6y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa. 7Luego tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza y le ungirás.”El aceite es un tipo del Espíritu Santo: “Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. 27Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.”
El Espíritu Santo descendió del cielo como paloma y vino sobre Él (Mt 3:16).
Jesús fue bautizado porque Él tenía que cumplir los requisitos legales establecidos en la Ley para entrar dentro del sacerdocio. Él fue sacerdote según el orden de Melquisedec (Sal 110:4; He 5:8-10; 6:20). Los sacerdotes ofrecían sacrificio a Dios en nombre del pueblo. Jesús se convirtió en sacrificio por nuestro pecado en Su papel como sacerdote (1 P 2:24; 2 Co 5:21).
Para ser consagrado como sacerdote, Él tenía que ser:
lavado con agua (Ex 29:4; Lv 8:6; Mt 3:16).ungido con aceite (Ex 29:7; Lv 8:12; Mt 3:16).Ambos, fueron otorgados a Jesús en Su bautismo.
Adicionalmente, Él necesitaría tener 30 años de edad (Nm 4:3).
Éxodo 29:1: “Esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada, y dos carneros sin defecto.”Éxodo 29:4: “Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua.”Éxodo 29:7: “Luego tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza y le ungirás.”Amós 3:7: "Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas."