A veces es difícil hacernos conscientes de cuán negativos podemos ser. Estamos tan sumergidos en la negatividad que nos resulta difícil abandonar los pensamientos negativos. Es así como nos volvemos pesimistas, abandonamos la ilusión de vivir y como consecuencia nos convertimos en personas deprimidas. Como todo en nuestro entorno es dañino y malo según nuestra mente, negaremos o sabotearemos todo lo positivo que llegue a nuestra vida, resistiéndonos a vivir el momento presente.
Cuando estamos pasando por un período de depresión estos pensamientos negativos pueden ser cientos, quizás hasta miles. No ha de sorprendernos entonces, que nuestra mente asediada por tanta presión negativa se venga abajo. Es entonces cuando entramos en un círculo vicioso, porque no podemos parar de tener ese tipo de pensamientos, que a su vez nos deprimen más y más, nublando nuestra percepción de la realidad y por supuesto produciendo más pensamientos contaminantes. Esta actitud nos conduce directamente y sin freno, hacia el profundo abismo que significa vivir eternamente deprimidos, y aunque no necesariamente llegases a desarrollar una patología depresiva, te aseguro que con una actitud negativa y pesimista te será más difícil alcanzar tus metas y tus sueños.
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brigtih125
Cuando una situación difícil se te presenta y no sabes como solucionarla a menudo nuestra mente recurre al pesimismo, ocea a pensar que todo va a salir mal
A veces es difícil hacernos conscientes de cuán negativos podemos ser. Estamos tan sumergidos en la negatividad que nos resulta difícil abandonar los pensamientos negativos. Es así como nos volvemos pesimistas, abandonamos la ilusión de vivir y como consecuencia nos convertimos en personas deprimidas. Como todo en nuestro entorno es dañino y malo según nuestra mente, negaremos o sabotearemos todo lo positivo que llegue a nuestra vida, resistiéndonos a vivir el momento presente.
Cuando estamos pasando por un período de depresión estos pensamientos negativos pueden ser cientos, quizás hasta miles. No ha de sorprendernos entonces, que nuestra mente asediada por tanta presión negativa se venga abajo. Es entonces cuando entramos en un círculo vicioso, porque no podemos parar de tener ese tipo de pensamientos, que a su vez nos deprimen más y más, nublando nuestra percepción de la realidad y por supuesto produciendo más pensamientos contaminantes. Esta actitud nos conduce directamente y sin freno, hacia el profundo abismo que significa vivir eternamente deprimidos, y aunque no necesariamente llegases a desarrollar una patología depresiva, te aseguro que con una actitud negativa y pesimista te será más difícil alcanzar tus metas y tus sueños.