Porque no habia Democracia, el ueblo estaba cansado de estas al mando de dictadores y de que no los pudieran sacar, asi mismo que ello eligierasn a su gobernador.
Explicación:
La monarquía parlamentaria no es una forma política que se haya producido “ex
novo”, de una manera deliberada, en un momento concreto de la historia constitucional,
sino que es consecuencia de un largo proceso evolutivo experimentado en la historia
constitucional del Reino Unido. Efectivamente, este tipo de monarquía se gestó, poco a
poco, en la historia constitucional británica a partir de un proceso cuyos orígenes son
bien remotos, pues se inicia desde la vieja monarquía estamental medieval. A partir de
ahí arranca un esfuerzo del parlamento por limitar los poderes del monarca que, poco a
poco, y a través de muchos siglos, terminará consolidándose en esa forma política que
hoy conocemos como la monarquía parlamentaria. La limitación de los poderes del
monarca se inicia ya en la baja edad media con la construcción de la “forma mixta de
gobierno”, que se mantendrá con altibajos a comienzos de la edad moderna en los siglos
XVI y XVII y se asentará más claramente con la Revolución de 1668, se transformará en
un sistema de “gobierno bien equilibrado” en el siglo XVIII y evolucionará hacia la que,
por fin, se llamará “monarquía parlamentaria” en los siglos XIX y XX, en los que se
acomodará la monarquía, primero, con el liberalismo y, después, con la democracia.
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Respuesta:
Porque no habia Democracia, el ueblo estaba cansado de estas al mando de dictadores y de que no los pudieran sacar, asi mismo que ello eligierasn a su gobernador.
Explicación:
La monarquía parlamentaria no es una forma política que se haya producido “ex
novo”, de una manera deliberada, en un momento concreto de la historia constitucional,
sino que es consecuencia de un largo proceso evolutivo experimentado en la historia
constitucional del Reino Unido. Efectivamente, este tipo de monarquía se gestó, poco a
poco, en la historia constitucional británica a partir de un proceso cuyos orígenes son
bien remotos, pues se inicia desde la vieja monarquía estamental medieval. A partir de
ahí arranca un esfuerzo del parlamento por limitar los poderes del monarca que, poco a
poco, y a través de muchos siglos, terminará consolidándose en esa forma política que
hoy conocemos como la monarquía parlamentaria. La limitación de los poderes del
monarca se inicia ya en la baja edad media con la construcción de la “forma mixta de
gobierno”, que se mantendrá con altibajos a comienzos de la edad moderna en los siglos
XVI y XVII y se asentará más claramente con la Revolución de 1668, se transformará en
un sistema de “gobierno bien equilibrado” en el siglo XVIII y evolucionará hacia la que,
por fin, se llamará “monarquía parlamentaria” en los siglos XIX y XX, en los que se
acomodará la monarquía, primero, con el liberalismo y, después, con la democracia.