nicolldayanita
La VIDA CONTEMPLATIVA es una llamada al AMOR por el AMOR en Sí mismo. Dice Santa Teresa de Lisieux: "En el Corazón de mi Madre, la Iglesia, yo seré el AMOR". Exactamente eso somos las contemplativas: formamos el Corazón de la Iglesia, y desde él impulsamos todas las demás vocaciones que el espíritu Santo suscita en el Cuerpo Místico. ¡Es precioso! Nosotras no sabemos, porque no se ve, dónde o en quién recae el fruto de nuestra oración, pero sabemos que nada de cuanto vivimos, sufrimos, gozamos y ofrecemos se pierde. Dios lo recoge todo y va dando a cada uno lo que necesita; dicho de otro modo: en el Corazón de Dios se van almacenando nuestras vidas hechas oración, y allí se transforman en Gracia que ÉL va derramando según convenga.
Existe otra faceta de la Vida Contemplativa más desconocida -si cabe- que la anterior de oración-intercesión, que es la de la ADORACIÓN, la del holocausto. Parece que suena a dramático dicho así, sin más explicaciones, pero es quizás la sublimación más alta a que se puede llevar el Amor, la Filiación divina, la Alabanza… ¡¡¡Adorar...!!! Y eso... ¿en qué consiste? Consiste -sobre todo- en cantar, alabar, proclamar su Gloria... ¡¡Adorar...!! ¡Cuántas resonancias y ecos inefables suscita esa palabra en un alma verdaderamente enamorada del Dios-Amor...!
Existe otra faceta de la Vida Contemplativa más desconocida -si cabe- que la anterior de oración-intercesión, que es la de la ADORACIÓN, la del holocausto. Parece que suena a dramático dicho así, sin más explicaciones, pero es quizás la sublimación más alta a que se puede llevar el Amor, la Filiación divina, la Alabanza… ¡¡¡Adorar...!!! Y eso... ¿en qué consiste? Consiste -sobre todo- en cantar, alabar, proclamar su Gloria... ¡¡Adorar...!! ¡Cuántas resonancias y ecos inefables suscita esa palabra en un alma verdaderamente enamorada del Dios-Amor...!