Argentina y Uruguay en un punto de la Historia se encontraban agrupados bajo una misma unidad geopolítica: las Provincias Unidas del Río de la Plata —antecedente directo de la Nación Argentina. Luego de la guerra contra el Brasil, que pretendía dominio sobre los territorios uruguayos y en la cual triunfó la alianza rioplatense, se pactó en la Convención Preliminar de Paz de 1828, con presión británica de por medio, la independencia del Uruguay como un estado tapón soberano entre Argentina y Brasil. La influencia argentina en el escudo y la bandera uruguaya se evidencia en la iconografía del Sol de Mayo y en el esquema de colores celeste y blanco (si bien, más adelante, Uruguay adoptaría el color azul en reemplazo de aquel primero). A su vez, las franjas azules y blancas del pabellón patrio uruguayo fueron basadas en la distribución que se manejaba para la bandera de Estados Unidos.
Este Sol de Mayo es una representación del dios del sol de los Incas, llamado Inti. El Sol de Mayo argentino contiene dieciséis rayos rectos y dieciséis rayos flamígeros intercalados que salen de un febo con rostro humano. A su vez el Sol de Mayo de la República Oriental del Uruguay contiene ocho rayos rectos y ocho flamígeros, también intercalados. La referencia al mes de mayo se debe a la revolución de 1810, realizada el 25 de ese mes. Las acciones revolucionarias de ese día fueron clave para el inicio de la independencia de ambos países con respecto a la corona española.
La bandera del Paraguay es el resultado de una serie de modificaciones al diseño original del general argentino Manuel Belgrano, que creó una enseña blanca y celeste con una estrella también blanca en el ángulo superior derecho con motivo de la firma del Tratado de Asunción de 1812, por el cual Paraguay se sumaba en confederación a la provincia de Buenos Aires; eliminándose luego la estrella y reemplazándose la franja inferior por una roja. Finalmente se invirtió el orden de los colores, entre otros cambios menores.
La bandera argentina fue inspiración para muchas otras enseñas nacionales latinoamericanas: fue adoptada —con cambios menores— por las Provincias Unidas de América Central, tras las acciones desestabilizadoras que Hipólito Bouchard emprendió contra los baluartes realistas centroamericanos. De allí provienen las banderas de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala.
Argentina y Uruguay en un punto de la Historia se encontraban agrupados bajo una misma unidad geopolítica: las Provincias Unidas del Río de la Plata —antecedente directo de la Nación Argentina. Luego de la guerra contra el Brasil, que pretendía dominio sobre los territorios uruguayos y en la cual triunfó la alianza rioplatense, se pactó en la Convención Preliminar de Paz de 1828, con presión británica de por medio, la independencia del Uruguay como un estado tapón soberano entre Argentina y Brasil. La influencia argentina en el escudo y la bandera uruguaya se evidencia en la iconografía del Sol de Mayo y en el esquema de colores celeste y blanco (si bien, más adelante, Uruguay adoptaría el color azul en reemplazo de aquel primero). A su vez, las franjas azules y blancas del pabellón patrio uruguayo fueron basadas en la distribución que se manejaba para la bandera de Estados Unidos.
Este Sol de Mayo es una representación del dios del sol de los Incas, llamado Inti. El Sol de Mayo argentino contiene dieciséis rayos rectos y dieciséis rayos flamígeros intercalados que salen de un febo con rostro humano. A su vez el Sol de Mayo de la República Oriental del Uruguay contiene ocho rayos rectos y ocho flamígeros, también intercalados. La referencia al mes de mayo se debe a la revolución de 1810, realizada el 25 de ese mes. Las acciones revolucionarias de ese día fueron clave para el inicio de la independencia de ambos países con respecto a la corona española.
La bandera del Paraguay es el resultado de una serie de modificaciones al diseño original del general argentino Manuel Belgrano, que creó una enseña blanca y celeste con una estrella también blanca en el ángulo superior derecho con motivo de la firma del Tratado de Asunción de 1812, por el cual Paraguay se sumaba en confederación a la provincia de Buenos Aires; eliminándose luego la estrella y reemplazándose la franja inferior por una roja. Finalmente se invirtió el orden de los colores, entre otros cambios menores.
La bandera argentina fue inspiración para muchas otras enseñas nacionales latinoamericanas: fue adoptada —con cambios menores— por las Provincias Unidas de América Central, tras las acciones desestabilizadoras que Hipólito Bouchard emprendió contra los baluartes realistas centroamericanos. De allí provienen las banderas de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala.