Un nuevo informe de ONU mujeres, que analiza los avances en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, alerta sobre la persistente discriminación de las mujeres y niñas en todo el mundo.
Los nuevos datos, relativos a 89 países, muestran que hay 4,4 millones más de mujeres que viven en la extrema pobreza en comparación con los hombres. Gran parte de esta desigualdad se explica debido a la carga desproporcionada del trabajo doméstico no remunerado que enfrentan las mujeres, especialmente durante sus años reproductivos.
“Las desigualdades en base al género aún existen en todos los países, en todos los grupos sociales y son relevantes en todas partes. Hemos hecho un análisis mirando a todos y cada uno de los Objetivos y en todos hemos encontrado que las mujeres están en peor lugar que los hombres”, dice Sara Duarte Valero, experta en estadística de ONU Mujeres que participó en la realización del informe.
El reporte resalta cómo todas las dimensiones del bienestar y la marginación están profundamente entrelazadas: una niña que nace en un hogar pobre y es forzada a casarse a una edad temprana, por ejemplo, tiene más probabilidades de abandonar la escuela, dar a luz demasiado joven, padecer complicaciones durante el parto y sufrir violencia doméstica, que una niña de un hogar de mayores ingresos.
Las más marginadas de entre las marginadas
“Cuando la discriminación en base al género se sobrepone a otros tipos de discriminación, por grupos étnicos, por vivir en áreas rurales o por no tener dinero, se crean “nichos” de carencias mucho más profundas. Entonces no sólo las mujeres están en peor situación que los hombres, sino que hay ciertos grupos de mujeres de ciertos grupos sociales que están muchísimo peor. Son estos grupos a los que debemos llegar si queremos cumplir con la promesa de no dejar a nadie atrás”, expresa Duarte.
Esto significa que, aunque haya avances en el Objetivo 5 de “igualdad de género”, éste no puede ser el único foco de atención para reducir la discriminación contra las mujeres, ya que su progreso se ve directamente afectado por el estancamiento de otros factores, tales como la pobreza, el hambre, la salud, la educación, el empleo, la urbanización, y el cambio climático, entre otros.
Respuesta:
Un nuevo informe de ONU mujeres, que analiza los avances en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, alerta sobre la persistente discriminación de las mujeres y niñas en todo el mundo.
Los nuevos datos, relativos a 89 países, muestran que hay 4,4 millones más de mujeres que viven en la extrema pobreza en comparación con los hombres. Gran parte de esta desigualdad se explica debido a la carga desproporcionada del trabajo doméstico no remunerado que enfrentan las mujeres, especialmente durante sus años reproductivos.
“Las desigualdades en base al género aún existen en todos los países, en todos los grupos sociales y son relevantes en todas partes. Hemos hecho un análisis mirando a todos y cada uno de los Objetivos y en todos hemos encontrado que las mujeres están en peor lugar que los hombres”, dice Sara Duarte Valero, experta en estadística de ONU Mujeres que participó en la realización del informe.
El reporte resalta cómo todas las dimensiones del bienestar y la marginación están profundamente entrelazadas: una niña que nace en un hogar pobre y es forzada a casarse a una edad temprana, por ejemplo, tiene más probabilidades de abandonar la escuela, dar a luz demasiado joven, padecer complicaciones durante el parto y sufrir violencia doméstica, que una niña de un hogar de mayores ingresos.
Las más marginadas de entre las marginadas
“Cuando la discriminación en base al género se sobrepone a otros tipos de discriminación, por grupos étnicos, por vivir en áreas rurales o por no tener dinero, se crean “nichos” de carencias mucho más profundas. Entonces no sólo las mujeres están en peor situación que los hombres, sino que hay ciertos grupos de mujeres de ciertos grupos sociales que están muchísimo peor. Son estos grupos a los que debemos llegar si queremos cumplir con la promesa de no dejar a nadie atrás”, expresa Duarte.
Esto significa que, aunque haya avances en el Objetivo 5 de “igualdad de género”, éste no puede ser el único foco de atención para reducir la discriminación contra las mujeres, ya que su progreso se ve directamente afectado por el estancamiento de otros factores, tales como la pobreza, el hambre, la salud, la educación, el empleo, la urbanización, y el cambio climático, entre otros.
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Espero que te ayude