El mecanismo por el cual la cebolla nos hace llorar es un sistema defensivo de la propia planta.
De hecho, de la planta esencialmente comemos el tronco, el tallo, una protuberancia carnosa en la base de la planta y el tallo no contiene semillas: si un manzano, como estrategia evolutiva, quiere que un animal se coma la fruta, incluidas las semillas que Irá a defecar quién sabe dónde, ofreciendo así a la nueva manzana la capacidad de crecer en un lugar diferente al primero (las plantas no se mueven) para la cebolla no es así, porque comer su base significa impedir que produzca sus semillas.
Liberar sustancias formadoras de lágrimas cuando un animal come significa poder sobrevivir, y además estas sustancias también tienen acción antibacteriana y antifúngica . También son sustancias importantes para la supervivencia de la planta.
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El mecanismo por el cual la cebolla nos hace llorar es un sistema defensivo de la propia planta.
De hecho, de la planta esencialmente comemos el tronco, el tallo, una protuberancia carnosa en la base de la planta y el tallo no contiene semillas: si un manzano, como estrategia evolutiva, quiere que un animal se coma la fruta, incluidas las semillas que Irá a defecar quién sabe dónde, ofreciendo así a la nueva manzana la capacidad de crecer en un lugar diferente al primero (las plantas no se mueven) para la cebolla no es así, porque comer su base significa impedir que produzca sus semillas.
Liberar sustancias formadoras de lágrimas cuando un animal come significa poder sobrevivir, y además estas sustancias también tienen acción antibacteriana y antifúngica . También son sustancias importantes para la supervivencia de la planta.
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