Concebido luego de una frustración (se habían perdido los derechos del conejo Oswald); otro exitoso personaje anterior; Disney redobla apuesta y concreta el debut del ratón que venía imaginando. Fue un día 18 de Noviembre de 1928. Su nombre comenzó diferente; se llamaba Mortimer y había nacido para triunfar. Sabemos que lo logró, aunque cambió de nombre. Después de todo… ¿que estrella no lo hace? La combinación explosiva del espíritu emprendedor y la creatividad, producía magia – pero la del esfuerzo – y durante la década de 1950 y 1960 Walt Disney Production se convierte en una de las productoras cinematográficas más relevantes.
Luego se crea Disneylandia que se transformó en un centro turístico inigualable; la fantasía no reconocía el límite con la realidad. Aunque los esfuerzos y escollos no fueron pocos para lograr esa maravillosa construcción, el espíritu emprendedor seguía soñando y haciendo, fiel a sí mismo y acariciando visiones. En 1971 luego de la muerte de Disney, la compañía continúa con Disneyworld en Orlando (Florida) y más tarde se instala en Europa Eurodisney cerca de París. Muchas películas apasionantes habían surgido de la productora. “Blanca Nieves y los siete enanitos” fue el primer largometraje de dibujos animados; ”Peter Pan” (1953) fue también una de las películas mas aplaudidas. Los empresarios no olvidaron la televisión ni dejaron la literatura infantil de lado, generaron series televisivas y libros que atornillaban en sus asientos a los niños más inquietos de la época. Y a los no tan niños también, tal era la magia. Es probable que el espíritu emprendedor esté animado por el deseo de trascendencia y la misión de sembrar sueños – que se contagien del propio – en los demás.
Concebido luego de una frustración (se habían perdido los derechos del conejo Oswald); otro exitoso personaje anterior; Disney redobla apuesta y concreta el debut del ratón que venía imaginando. Fue un día 18 de Noviembre de 1928. Su nombre comenzó diferente; se llamaba Mortimer y había nacido para triunfar. Sabemos que lo logró, aunque cambió de nombre. Después de todo… ¿que estrella no lo hace?
La combinación explosiva del espíritu emprendedor y la creatividad, producía magia – pero la del esfuerzo – y durante la década de 1950 y 1960 Walt Disney Production se convierte en una de las productoras cinematográficas más relevantes.
Luego se crea Disneylandia que se transformó en un centro turístico inigualable; la fantasía no reconocía el límite con la realidad. Aunque los esfuerzos y escollos no fueron pocos para lograr esa maravillosa construcción, el espíritu emprendedor seguía soñando y haciendo, fiel a sí mismo y acariciando visiones.
En 1971 luego de la muerte de Disney, la compañía continúa con Disneyworld en Orlando (Florida) y más tarde se instala en Europa Eurodisney cerca de París.
Muchas películas apasionantes habían surgido de la productora. “Blanca Nieves y los siete enanitos” fue el primer largometraje de dibujos animados; ”Peter Pan” (1953) fue también una de las películas mas aplaudidas.
Los empresarios no olvidaron la televisión ni dejaron la literatura infantil de lado, generaron series televisivas y libros que atornillaban en sus asientos a los niños más inquietos de la época. Y a los no tan niños también, tal era la magia.
Es probable que el espíritu emprendedor esté animado por el deseo de trascendencia y la misión de sembrar sueños – que se contagien del propio – en los demás.