Las ecuaciones cuadráticas siempre arrojan dos soluciones, y en muchos casos, es una negativa y otra positiva. Hay algunas magnitudes que no aceptan valores negativos, por ejemplo el tiempo, la distancia, una ganancia, y otros. Entonces se descarta la solución negativa y se toma la positiva.
Siempre es importante el contexto y la magnitud que represente esa función cuadrática, pues existen magnitudes que no aceptan valores negativos, físicamente o razonablemente no son aceptadas.
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Las ecuaciones cuadráticas siempre arrojan dos soluciones, y en muchos casos, es una negativa y otra positiva. Hay algunas magnitudes que no aceptan valores negativos, por ejemplo el tiempo, la distancia, una ganancia, y otros. Entonces se descarta la solución negativa y se toma la positiva.
Siempre es importante el contexto y la magnitud que represente esa función cuadrática, pues existen magnitudes que no aceptan valores negativos, físicamente o razonablemente no son aceptadas.