En cuanto a obra literaria, puede decirse que es la obra maestra de la literatura de humor de todos los tiempos. Además es la primera novela moderna y la primera novela polifónica, y ejercerá un influjo abrumador en toda la narrativa europea posterior.
En primer lugar, aportó la fórmula del realismo, tal como había sido ensayada y perfeccionada en la literatura castellana desde la Edad Media (Cantar de Mio Cid, Conde Lucanor, Celestina y continuaciones, Lazarillo, Guzmán de Alfarache...). Caracterizada por la parodia y burla de lo fantástico, la crítica social (muy velada y muy profunda), la insistencia en los valores psicológicos y el materialismo descriptivo.
En segundo lugar, creó la novela polifónica, esto es, la novela que interpreta la realidad, no según un solo punto de vista, sino desde varios que se superponen al mismo tiempo, creando una visión de la misma tan rica y confusa que puede tenerse por ella misma. Cervantes no renuncia nunca a añadir niveles de interpretación y difumina la imagen del narrador interponiendo varios (Cide Hamete, el traducotr, los indefinidos "Anales de La Mancha, etc.) y recurre al tópico del manuscrito encontrado a fin de que la historia aparezca autónoma en sí misma y sin "literariedad", suspendiendo la incredulidad del lector. Torna la realidad en algo sumamente complejo que no solo intenta reproducir, sino que en su ambición pretende incluso sustituir. La novela moderna, según la concibe el Quijote, es una mezcla de todo que no renuncia a nada. Tal como afirma el propio autor por boca del cura, es una «escritura desatada»: géneros épicos, líricos, trágicos, cómicos, prosa, verso, diálogo, discursos, chistes, fábulas, filosofía, leyendas... y la parodia de todos estos géneros por medio del humor y la metaficción.
La voraz novela moderna que representa el Quijote intenta sustituir la realidad, incluso, físicamente: alarga más de lo acostumbrado la narración y transforma, de esa manera, a la obra en un cosmos.
En cuanto a obra literaria, puede decirse que es la obra maestra de la literatura de humor de todos los tiempos. Además es la primera novela moderna y la primera novela polifónica, y ejercerá un influjo abrumador en toda la narrativa europea posterior.
En primer lugar, aportó la fórmula del realismo, tal como había sido ensayada y perfeccionada en la literatura castellana desde la Edad Media (Cantar de Mio Cid, Conde Lucanor, Celestina y continuaciones, Lazarillo, Guzmán de Alfarache...). Caracterizada por la parodia y burla de lo fantástico, la crítica social (muy velada y muy profunda), la insistencia en los valores psicológicos y el materialismo descriptivo.
En segundo lugar, creó la novela polifónica, esto es, la novela que interpreta la realidad, no según un solo punto de vista, sino desde varios que se superponen al mismo tiempo, creando una visión de la misma tan rica y confusa que puede tenerse por ella misma. Cervantes no renuncia nunca a añadir niveles de interpretación y difumina la imagen del narrador interponiendo varios (Cide Hamete, el traducotr, los indefinidos "Anales de La Mancha, etc.) y recurre al tópico del manuscrito encontrado a fin de que la historia aparezca autónoma en sí misma y sin "literariedad", suspendiendo la incredulidad del lector. Torna la realidad en algo sumamente complejo que no solo intenta reproducir, sino que en su ambición pretende incluso sustituir. La novela moderna, según la concibe el Quijote, es una mezcla de todo que no renuncia a nada. Tal como afirma el propio autor por boca del cura, es una «escritura desatada»: géneros épicos, líricos, trágicos, cómicos, prosa, verso, diálogo, discursos, chistes, fábulas, filosofía, leyendas... y la parodia de todos estos géneros por medio del humor y la metaficción.
La voraz novela moderna que representa el Quijote intenta sustituir la realidad, incluso, físicamente: alarga más de lo acostumbrado la narración y transforma, de esa manera, a la obra en un cosmos.