La escultura gótica es el estilo escultórico que corresponde al periodo gótico del arte occidental, y por tanto se extiende desde finales del siglo XII hasta comienzos del siglo XV por la Europa Occidental cristiana. Este estilo que permaneció durante tres siglos aproximadamente en apogeo, nació en dos lugares de gran prestigio religioso, político y cultural la Basílica de Saint Denis y la catedral de Chartres pertenecientes a la Isla de Francia.
Explicación:
Dentro del proceso de valoración de lo que es natural, el cuerpo humano salió especialmente beneficiado ya que, hasta entonces, era visto como «una masa de corrupción, polvo y cenizas», como dejó escrito Pedro Damián en el siglo XI en su obra De laude flagellorum. Esta aversión al cuerpo era una nota omnipresente en la cultura religiosa anterior y cuando se representaba el desnudo humano prevalecía una estilización que minimizaba su carnalidad, pero el esquema simbólico del románico y del gótico primitivo fue abandonado definitivamente y en poco tiempo, se consiguió el naturalismo de una manera que no se veía desde el antiguo arte griego y romano. La figura real de Cristo —antes representada fundamentalmente como un juez, rey y Dios—, se humanizó y la adoración de su humanidad llegó a ser considerada el primer paso para conocer el verdadero amor divino. La conquista del naturalismo fue uno de los hitos más importantes del gótico, haciendo posible progresivamente una evolución hacia el renacimiento, hacia la mímesis artística y la representación de la dignidad del hombre en su belleza ideal.
Respuesta:
La escultura gótica es el estilo escultórico que corresponde al periodo gótico del arte occidental, y por tanto se extiende desde finales del siglo XII hasta comienzos del siglo XV por la Europa Occidental cristiana. Este estilo que permaneció durante tres siglos aproximadamente en apogeo, nació en dos lugares de gran prestigio religioso, político y cultural la Basílica de Saint Denis y la catedral de Chartres pertenecientes a la Isla de Francia.
Explicación:
Dentro del proceso de valoración de lo que es natural, el cuerpo humano salió especialmente beneficiado ya que, hasta entonces, era visto como «una masa de corrupción, polvo y cenizas», como dejó escrito Pedro Damián en el siglo XI en su obra De laude flagellorum. Esta aversión al cuerpo era una nota omnipresente en la cultura religiosa anterior y cuando se representaba el desnudo humano prevalecía una estilización que minimizaba su carnalidad, pero el esquema simbólico del románico y del gótico primitivo fue abandonado definitivamente y en poco tiempo, se consiguió el naturalismo de una manera que no se veía desde el antiguo arte griego y romano. La figura real de Cristo —antes representada fundamentalmente como un juez, rey y Dios—, se humanizó y la adoración de su humanidad llegó a ser considerada el primer paso para conocer el verdadero amor divino. La conquista del naturalismo fue uno de los hitos más importantes del gótico, haciendo posible progresivamente una evolución hacia el renacimiento, hacia la mímesis artística y la representación de la dignidad del hombre en su belleza ideal.