Hay quien ha querido definir al comunismo, como una máquina certera de producir pobreza. Y aunque debemos reconocer que esta aseveración carece de los matices precisos que explican lo que verdaderamente es en sí el comunismo de Karl Marx y Friedrich Engels, sin embargo, se debe señalar que el ideario comunista tiene sus lagunas.
A pesar de que esta ideología ha calado en más de medio mundo (Rusia, China, etc.), no existe ningún país a lo largo de la historia que haya elegido este sistema político y que no se encuentre claramente distanciado. Es evidente que resulta del todo imposible igualar a todos en la riqueza. Por eso, la única posibilidad de hacernos iguales, si es que debemos serlo, es en un cierto grado de pobreza.
Por un lado no somos todos iguales y por otro es una grave injusticia dispensar un trato igual a los desiguales.
Además, no debemos olvidar, que en lo relativo a la Economía, hasta la fecha todo intento de implantación de lo que se viene denominando como Economía Planificada, al final, se ha demostrado que ha sido un estrepitoso fracaso.
Resulta prácticamente imposible pretender realizar un dirigismo absoluto de cualquier economía, sea esta pequeña o grande. Se trata de algo inviable y los matemáticos han explicado perfectamente su motivo a través de lo que denominan caos determinístico. Además, en este mundo cambiante en el que vivimos, y en la aldea global en que nos encontramos, se debe competir constantemente en los mercados
Hay quien ha querido definir al comunismo, como una máquina certera de producir pobreza. Y aunque debemos reconocer que esta aseveración carece de los matices precisos que explican lo que verdaderamente es en sí el comunismo de Karl Marx y Friedrich Engels, sin embargo, se debe señalar que el ideario comunista tiene sus lagunas.
A pesar de que esta ideología ha calado en más de medio mundo (Rusia, China, etc.), no existe ningún país a lo largo de la historia que haya elegido este sistema político y que no se encuentre claramente distanciado. Es evidente que resulta del todo imposible igualar a todos en la riqueza. Por eso, la única posibilidad de hacernos iguales, si es que debemos serlo, es en un cierto grado de pobreza.
Por un lado no somos todos iguales y por otro es una grave injusticia dispensar un trato igual a los desiguales.
Además, no debemos olvidar, que en lo relativo a la Economía, hasta la fecha todo intento de implantación de lo que se viene denominando como Economía Planificada, al final, se ha demostrado que ha sido un estrepitoso fracaso.
Resulta prácticamente imposible pretender realizar un dirigismo absoluto de cualquier economía, sea esta pequeña o grande. Se trata de algo inviable y los matemáticos han explicado perfectamente su motivo a través de lo que denominan caos determinístico. Además, en este mundo cambiante en el que vivimos, y en la aldea global en que nos encontramos, se debe competir constantemente en los mercados