En un momento en que los gobiernos están intensificando las medidas para combatir el cambio climático, la gestión del agua se está posicionando como un problema mundial. La contaminación de los océanos, la eutrofización de los ríos, la contaminación por metales pesados y efluentes industriales, la propagación de los desiertos y el acceso restringido al agua potable son todos ellos retos que deben afrontarse mediante la aplicación de planes de acción drásticos.
El 70% de la Tierra está cubierta por agua. Sin embargo, sólo el 2,8% de toda el agua del planeta es dulce. Gran parte de esta agua dulce se concentra en los polos, en forma de hielo. Como resultado, sólo alrededor del 0,25% del agua dulce es directamente accesible y disponible para la población mundial.
Según el UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la UNESCO y la FAO:
– 2.200 millones de personas no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura
– 4.200 millones de personas carecen de servicios sanitarios gestionados de forma segura
– 297.000 niños menores de cinco años mueren cada año de enfermedades diarreicas debido a la mala calidad del agua.
– La escasez de agua afecta a cuatro de cada diez personas
– El 80% de las aguas residuales regresan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas.
– El sector agrícola es el mayor consumidor de agua dulce, responsable de casi el 70% de las extracciones de agua a nivel mundial.
La necesidad de agua seguirá creciendo, según las estadísticas de población de la ONU, que indican que se espera que la población mundial aumente a 8.500 millones de personas en 2030, para llegar a 9.700 millones en 2050.
Respuesta:
En un momento en que los gobiernos están intensificando las medidas para combatir el cambio climático, la gestión del agua se está posicionando como un problema mundial. La contaminación de los océanos, la eutrofización de los ríos, la contaminación por metales pesados y efluentes industriales, la propagación de los desiertos y el acceso restringido al agua potable son todos ellos retos que deben afrontarse mediante la aplicación de planes de acción drásticos.
El 70% de la Tierra está cubierta por agua. Sin embargo, sólo el 2,8% de toda el agua del planeta es dulce. Gran parte de esta agua dulce se concentra en los polos, en forma de hielo. Como resultado, sólo alrededor del 0,25% del agua dulce es directamente accesible y disponible para la población mundial.
Según el UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la UNESCO y la FAO:
– 2.200 millones de personas no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura
– 4.200 millones de personas carecen de servicios sanitarios gestionados de forma segura
– 297.000 niños menores de cinco años mueren cada año de enfermedades diarreicas debido a la mala calidad del agua.
– La escasez de agua afecta a cuatro de cada diez personas
– El 80% de las aguas residuales regresan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas.
– El sector agrícola es el mayor consumidor de agua dulce, responsable de casi el 70% de las extracciones de agua a nivel mundial.
La necesidad de agua seguirá creciendo, según las estadísticas de población de la ONU, que indican que se espera que la población mundial aumente a 8.500 millones de personas en 2030, para llegar a 9.700 millones en 2050.