Por qué crees que nós cuesta tanto hhablar en público?
lolapaz88mica
que somos la malloria timidos como yo :v nunca hable en publico y tenemos que ser mas sueltos
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Odalys9311
Entonces dices que nós cuesta tanto por la timidez?
lolapaz88mica
si por ejemplo yo soy muy timida nunca hable en publico y me cuesta socializar con otras personas
saksakura240
Practicamente por que Las personas estamos poco preparadas para hablar en público porque no nos han enseñado cómo hacerlo.
Hoy, una vez más, he comprobado que a ninguno de los asistentes le habían enseñado técnicas para hablar en público en sus estudios reglados. Como mucho, en algún cursillo de formación al que se apuntaban de forma voluntaria y que trataba precisamente de comunicación.
Y después nos quejamos de que la mayoría de presentaciones a las que asistimos son un tostón. Pero, ¿cómo iba a ser de otro modo?Nos piden algo para lo que no estamos del todo preparados.
Imagina la siguiente situación: trabajas en una empresa de telecomunicaciones, eres jefe de proyectos y se te da bien tu trabajo. Llega un buen día y tu superior te dice: “De aquí dos semanas vas a tener que cocinar una paella para cincuenta personas, tenemos un evento importante y hay que quedar bien con los clientes”. Y tú, sin decir ni mu, acatas su orden y te preguntas cómo rayos vas a hacerlo si no sabes ni cocinar un plato de pasta con sofrito de cebolla y tomate.
Durante esos quince días vas combinando tu trabajo habitual, que no es poco, con tus indagaciones sobre cómo cocinar una paella. En casa preparas una para cuatro personas y el resultado deja bastante que desear: el arroz se ha pasado, está demasiado salada y se ha quemado un poco. Se lo comentas a tu superior y él le quita importancia.
Cuando llega el día del evento, haces lo que puedes pero no tiene nada que ver cocinar para cuatro que para cincuenta. Te empiezas a poner nervioso, muy nervioso y cuando pruebas el arroz piensas que el que hiciste en casa le daba mil vueltas. Los clientes se comen su ración de paella de mala gana, algunos se la dejan casi entera y se van. Al final, tu jefe te da unas palmaditas en la espalda y te dice: “Bueno, no ha estado del todo mal. En un mes tienes que hacer una fideuá para cien personas de la empresa”.
¿Podría alguien echarte en cara que te ponga de los nervios cocinar para grandes grupos?
Muchas personas lo pasan mal al hablar en público porque no saben cómo hacerlo, porque nadie les ha enseñado ni han practicado lo suficiente para que esas personas se sientan seguras delante de una audiencia.
En realidad, mejorar las habilidades para hablar en público no es tan complicado, muchas personas que realizan un curso de veinte o treinta horas mejoran notablemente su forma de plantear una presentación. Lo importante es darse cuenta de que tenemos esa carencia formativa y hacer lo posible para minimizarla, ya sea de forma autodidacta o cursando la formación adecuada.
Hoy, una vez más, he comprobado que a ninguno de los asistentes le habían enseñado técnicas para hablar en público en sus estudios reglados. Como mucho, en algún cursillo de formación al que se apuntaban de forma voluntaria y que trataba precisamente de comunicación.
Y después nos quejamos de que la mayoría de presentaciones a las que asistimos son un tostón. Pero, ¿cómo iba a ser de otro modo?Nos piden algo para lo que no estamos del todo preparados.
Imagina la siguiente situación: trabajas en una empresa de telecomunicaciones, eres jefe de proyectos y se te da bien tu trabajo. Llega un buen día y tu superior te dice: “De aquí dos semanas vas a tener que cocinar una paella para cincuenta personas, tenemos un evento importante y hay que quedar bien con los clientes”. Y tú, sin decir ni mu, acatas su orden y te preguntas cómo rayos vas a hacerlo si no sabes ni cocinar un plato de pasta con sofrito de cebolla y tomate.
Durante esos quince días vas combinando tu trabajo habitual, que no es poco, con tus indagaciones sobre cómo cocinar una paella. En casa preparas una para cuatro personas y el resultado deja bastante que desear: el arroz se ha pasado, está demasiado salada y se ha quemado un poco. Se lo comentas a tu superior y él le quita importancia.
Cuando llega el día del evento, haces lo que puedes pero no tiene nada que ver cocinar para cuatro que para cincuenta. Te empiezas a poner nervioso, muy nervioso y cuando pruebas el arroz piensas que el que hiciste en casa le daba mil vueltas. Los clientes se comen su ración de paella de mala gana, algunos se la dejan casi entera y se van. Al final, tu jefe te da unas palmaditas en la espalda y te dice: “Bueno, no ha estado del todo mal. En un mes tienes que hacer una fideuá para cien personas de la empresa”.
¿Podría alguien echarte en cara que te ponga de los nervios cocinar para grandes grupos?
Muchas personas lo pasan mal al hablar en público porque no saben cómo hacerlo, porque nadie les ha enseñado ni han practicado lo suficiente para que esas personas se sientan seguras delante de una audiencia.
En realidad, mejorar las habilidades para hablar en público no es tan complicado, muchas personas que realizan un curso de veinte o treinta horas mejoran notablemente su forma de plantear una presentación. Lo importante es darse cuenta de que tenemos esa carencia formativa y hacer lo posible para minimizarla, ya sea de forma autodidacta o cursando la formación adecuada.