Respuesta. En el peor de los ataques contra la capital nipona, en marzo de 1945, una tormenta de bombas incendiarias acabó con la vida de aproximadamente 100.000 personas, una cifra superior a las muertes directas en cada una de las dos ciudades castigadas por la bomba atómica.
Respuesta. En el peor de los ataques contra la capital nipona, en marzo de 1945, una tormenta de bombas incendiarias acabó con la vida de aproximadamente 100.000 personas, una cifra superior a las muertes directas en cada una de las dos ciudades castigadas por la bomba atómica.
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