Respuesta:
Explicación:
Aprender a tolerar la diferencia es, tal vez, la labor más
difícil que tiene un ser humano; en este mundo son
discriminadas las mujeres, los viejos, los extranjeros,
los negros…, y también se discrimina a los indígenas y
niños, siendo estos últimos, por siglos, considerados de
una forma limitada, como sujetos a los cuales no se les
reconocen plenamente sus derechos, llamados “el futuro”
como si no importaran mientras no crecieran, como si
su única labor comenzará al ser mayores, como si sólo
debieran ser tenidos en cuenta como objetos de protección y tratamiento cuando están en uno de los eventos
de situación irregular, imperando una total incapacidad
para reconocer sus grandes aciertos.
Los indígenas, al mismo tiempo, han visto pasar los
años sin que se reconozca su valor, sin que se piense que
en su sabiduría está la respuesta a muchas preguntas;
pero esta situación irracional era insostenible, ella misma
impulsaba un cambio, y es así como el Estado liberal, con
su evolución en Estado social de derecho y el principio a
la igualdad efectiva, permiten que estos grupos minoritarios antes irrespetados comiencen a tener la posibilidad
de labrarse un camino en donde se reconozca su valor
y su dignidad.
Es claro que este proceso lleva muchos años, que es y
seguirá siendo una labor en manos de todos, para conse15
Niñez
guir mejores condiciones de vida para estas porciones de
la población. Es éste un objetivo que se impone perseguir,
en nuestro país, ya que la Constitución Política de 1991
cambió la visión de las comunidades indígenas y abrió el
camino hacia el respeto con la consagración en el artículo
7.º del pluralismo jurídico y cultural.
Es por eso que los derechos tanto de los niños como
de los indígenas se convierten en un tema necesario, y
más ahora que las condiciones económicas, políticas y
especialmente de orden público dentro del país están en
crisis. Dentro de las víctimas del confl icto armado más
del 90% pertenecen a la sociedad civil, es improbable
que exista alguien a salvo dentro de esta guerra; sin
embargo es obvio que hay sectores de la población que
son más vulnerables y para los cuales deben desarrollarse políticas específi cas que mejoren su condición o al
menos no la hagan más frágil frente a quienes no tienen
consideración con sus características; es por esto que
debe entenderse que la obligación del Estado para con los
niños no es solamente la de acudir en su auxilio cuando
su derecho efectivamente ha sido violado, sino también
y ante todo la de garantizar que se desarrollarán en el
medio adecuado para que puedan ejercer sus derechos
fundamentales. En relación con los niños indígenas, se
predica una protección especial frente a sus derechos,
porque sus culturas deben mantenerse y deben desarrollarse sin limitaciones pues está en juego el derecho de
su comunidad a la supervivencia.
El confl icto se hace cada vez más cruel, y el reclutamiento de niños es un fenómeno de inmensa gravedad
que nadie desconoce pero al que nadie le pone fi n; sin
embargo, el problema se torna aún más complejo cuando
lo vemos respecto de las comunidades indígenas, porque
allí no sólo entra en juego el derecho del niño indígena
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
© Copyright 2013 - 2024 KUDO.TIPS - All rights reserved.
Respuesta:
Explicación:
Aprender a tolerar la diferencia es, tal vez, la labor más
difícil que tiene un ser humano; en este mundo son
discriminadas las mujeres, los viejos, los extranjeros,
los negros…, y también se discrimina a los indígenas y
niños, siendo estos últimos, por siglos, considerados de
una forma limitada, como sujetos a los cuales no se les
reconocen plenamente sus derechos, llamados “el futuro”
como si no importaran mientras no crecieran, como si
su única labor comenzará al ser mayores, como si sólo
debieran ser tenidos en cuenta como objetos de protección y tratamiento cuando están en uno de los eventos
de situación irregular, imperando una total incapacidad
para reconocer sus grandes aciertos.
Los indígenas, al mismo tiempo, han visto pasar los
años sin que se reconozca su valor, sin que se piense que
en su sabiduría está la respuesta a muchas preguntas;
pero esta situación irracional era insostenible, ella misma
impulsaba un cambio, y es así como el Estado liberal, con
su evolución en Estado social de derecho y el principio a
la igualdad efectiva, permiten que estos grupos minoritarios antes irrespetados comiencen a tener la posibilidad
de labrarse un camino en donde se reconozca su valor
y su dignidad.
Es claro que este proceso lleva muchos años, que es y
seguirá siendo una labor en manos de todos, para conse15
Niñez
guir mejores condiciones de vida para estas porciones de
la población. Es éste un objetivo que se impone perseguir,
en nuestro país, ya que la Constitución Política de 1991
cambió la visión de las comunidades indígenas y abrió el
camino hacia el respeto con la consagración en el artículo
7.º del pluralismo jurídico y cultural.
Es por eso que los derechos tanto de los niños como
de los indígenas se convierten en un tema necesario, y
más ahora que las condiciones económicas, políticas y
especialmente de orden público dentro del país están en
crisis. Dentro de las víctimas del confl icto armado más
del 90% pertenecen a la sociedad civil, es improbable
que exista alguien a salvo dentro de esta guerra; sin
embargo es obvio que hay sectores de la población que
son más vulnerables y para los cuales deben desarrollarse políticas específi cas que mejoren su condición o al
menos no la hagan más frágil frente a quienes no tienen
consideración con sus características; es por esto que
debe entenderse que la obligación del Estado para con los
niños no es solamente la de acudir en su auxilio cuando
su derecho efectivamente ha sido violado, sino también
y ante todo la de garantizar que se desarrollarán en el
medio adecuado para que puedan ejercer sus derechos
fundamentales. En relación con los niños indígenas, se
predica una protección especial frente a sus derechos,
porque sus culturas deben mantenerse y deben desarrollarse sin limitaciones pues está en juego el derecho de
su comunidad a la supervivencia.
El confl icto se hace cada vez más cruel, y el reclutamiento de niños es un fenómeno de inmensa gravedad
que nadie desconoce pero al que nadie le pone fi n; sin
embargo, el problema se torna aún más complejo cuando
lo vemos respecto de las comunidades indígenas, porque
allí no sólo entra en juego el derecho del niño indígena