Elsa imprenta patriótica, nariño y todas las declaraciones de los derechos del hombre y del ciudadano, extraídas de la Revolución Francesa, un documento prohibido por su carácter progresista y revolucionario.
Respuesta:l impreso de la Declaración de los Derechos del Hombre contenía los 17 artículos de la Declaración, un breve exordio y una nota final que celebraba el trabajo de los legisladores franceses en favor de la libertad, la igualdad y la propiedad en el mundo. Es probable que el impreso se pareciera mucho a la edición impresa en 1811, por el mismo Nariño y que lleva por título Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. El papel original no tenía pie de imprenta, pues se trataba de hacerlo pasar como traído de Europa, en particular como producto de las prensas parisinas, con el fin de cobrar unos reales de más por él. Como afirmó el mismo Nariño en su momento, “habiendo muchos literatos en esta capital que compran a cualquier precio un buen papel, como que he visto dar una onza de oro por el prospecto de la Enciclopedia, [pensé] sacaría más ganancia el impreso suponiéndolo venido de fuera y muy raro”.
Respuesta:
porque
Explicación:
Elsa imprenta patriótica, nariño y todas las declaraciones de los derechos del hombre y del ciudadano, extraídas de la Revolución Francesa, un documento prohibido por su carácter progresista y revolucionario.
Respuesta:l impreso de la Declaración de los Derechos del Hombre contenía los 17 artículos de la Declaración, un breve exordio y una nota final que celebraba el trabajo de los legisladores franceses en favor de la libertad, la igualdad y la propiedad en el mundo. Es probable que el impreso se pareciera mucho a la edición impresa en 1811, por el mismo Nariño y que lleva por título Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. El papel original no tenía pie de imprenta, pues se trataba de hacerlo pasar como traído de Europa, en particular como producto de las prensas parisinas, con el fin de cobrar unos reales de más por él. Como afirmó el mismo Nariño en su momento, “habiendo muchos literatos en esta capital que compran a cualquier precio un buen papel, como que he visto dar una onza de oro por el prospecto de la Enciclopedia, [pensé] sacaría más ganancia el impreso suponiéndolo venido de fuera y muy raro”.
Explicación: