Para muchas personas, un enjuague de agua con sal puede ser un primer tratamiento efectivo. El agua con sal es un desinfectante natural y puede ayudar a aflojar las partículas de comida y los desechos que podrían quedar atrapados entre los dientes. Tratar un dolor de muelas con agua con sal también puede ayudar a reducir la inflamación y curar las heridas bucales.
Para usar este método, mezcla 1/2 cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y usa la solución como enjuague bucal.
2. Enjuague con peróxido de hidrógeno
Un enjuague con peróxido de hidrógeno también puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación. Además de eliminar bacterias, el peróxido de hidrógeno puede reducir la placa y sanar las encías que sangran.
Asegúrate de diluir adecuadamente el peróxido de hidrógeno. Para hacerlo, mezcla 3 por ciento de peróxido de hidrógeno con partes iguales de agua y úsalo como enjuague bucal. No lo tragues.
Explicación:
1. Enjuague de agua con sal
Para muchas personas, un enjuague de agua con sal puede ser un primer tratamiento efectivo. El agua con sal es un desinfectante natural y puede ayudar a aflojar las partículas de comida y los desechos que podrían quedar atrapados entre los dientes. Tratar un dolor de muelas con agua con sal también puede ayudar a reducir la inflamación y curar las heridas bucales.
Para usar este método, mezcla 1/2 cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y usa la solución como enjuague bucal.
2. Enjuague con peróxido de hidrógeno
Un enjuague con peróxido de hidrógeno también puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación. Además de eliminar bacterias, el peróxido de hidrógeno puede reducir la placa y sanar las encías que sangran.
Asegúrate de diluir adecuadamente el peróxido de hidrógeno. Para hacerlo, mezcla 3 por ciento de peróxido de hidrógeno con partes iguales de agua y úsalo como enjuague bucal. No lo tragues.