Resumen de la obra el sueño del pongo. Él pongo un hombrecito de baja estatura, de manos muy pequeña, sus ropas viejas, y de carácter débil. Él pongo se presentó en el patio de la casa-hacienda, donde el patrón le dijo por lo menos sabrás lavar, para algo te servirán estás manos. Él patrón ordenó al capataz de la hacienda, diciendo llévate está inmundicia de aquí. Así fue como el pongo entraría en casa del patrón. Él pongo casi nunca hablaba, Hablaba en cuanto se lo daba una orden, y decía, si papacito, si mamacita, y hacía muy bien las cosas que se le ordenaba. Él patrón martirizaba al pongo cuando todos los sirvientes se reunían por las noches a rezar el ave maría. Le hacía poner en forma de perro, inclinado de cuatro patas, y le decía tu eres perro, ladra, él pongo ladraba imitando el ladrido de un perro
Él patrón soltaba carcajadas al ver al pongo así. Él patrón ahora le decía corre, el pobre pongo corría de cuatro patas hasta el final del corredor de la casa-hacienda, y luego regresaba cansado y agitado. El patrón le decía ahora vizcacha, el pongo se ponía en forma de vizcacha, con las manos altas y las rodillas dobladas, como las vizcachas cuando están sobre una roca. Después de ser tratado mal, el patrón le decía vete pancita. Así era tratado el pongo, cada noche que se rezaba el ave maría. Hasta que en una noche se le acercó al patrón y muy tímidamente le pidió que le permita contar un sueño, el patrón accedió y el pongo relata el sueño, soñé que habíamos muertos, y que al estar muertos estábamos desnudos ante el padre San Francisco
El padre examino nuestros corazones y como éramos. En eso el padre San Francisco ordenó a que vinieran a acompañarle a usted el ángel más hermoso a ese incomparable que lo acompañe otro ángel más pequeño y hermoso. y dijo también que el ángel pequeño traiga una copa lleno de miel. Al instante aparecieron los dos ángeles el pequeño con la copa llena de miel. y después el padre san francisco dijo venga el ángel menos importante y traiga en un tarro de gasolina excremento humano ,en eso apareció un ángel viejo y estaba cansado, con las alas caídas. Dijo El padre san Francisco al ángel hermoso que lo cubriera a usted patrón con la miel, y así fue cubierto de miel, se veía resplandeciente patroncito. Así tenía que ser dijo en eso el patrón que escuchaba el sueño; Al ángel viejo, dijo cúbrelo a este despreciable con el excremento y así me cubrió con excremento patroncito. Él padre San Francisco dijo todo cuanto los ángeles debían hacer ya está hecho. Ahora lámanse el uno al otro, por mucho tiempo. El viejo ángel rejuveneció en ese mismo instante. Sus alas se recuperaron, su fuerza. Así termina está historia el sueño del pongo con la reivindicación del pongo por el tanto maltrato que se le dio.
Resumen de la obra el sueño del pongo. Él pongo un hombrecito de baja estatura, de manos muy pequeña, sus ropas viejas, y de carácter débil. Él pongo se presentó en el patio de la casa-hacienda, donde el patrón le dijo por lo menos sabrás lavar, para algo te servirán estás manos. Él patrón ordenó al capataz de la hacienda, diciendo llévate está inmundicia de aquí. Así fue como el pongo entraría en casa del patrón. Él pongo casi nunca hablaba, Hablaba en cuanto se lo daba una orden, y decía, si papacito, si mamacita, y hacía muy bien las cosas que se le ordenaba. Él patrón martirizaba al pongo cuando todos los sirvientes se reunían por las noches a rezar el ave maría. Le hacía poner en forma de perro, inclinado de cuatro patas, y le decía tu eres perro, ladra, él pongo ladraba imitando el ladrido de un perro
Él patrón soltaba carcajadas al ver al pongo así. Él patrón ahora le decía corre, el pobre pongo corría de cuatro patas hasta el final del corredor de la casa-hacienda, y luego regresaba cansado y agitado. El patrón le decía ahora vizcacha, el pongo se ponía en forma de vizcacha, con las manos altas y las rodillas dobladas, como las vizcachas cuando están sobre una roca. Después de ser tratado mal, el patrón le decía vete pancita. Así era tratado el pongo, cada noche que se rezaba el ave maría. Hasta que en una noche se le acercó al patrón y muy tímidamente le pidió que le permita contar un sueño, el patrón accedió y el pongo relata el sueño, soñé que habíamos muertos, y que al estar muertos estábamos desnudos ante el padre San Francisco
El padre examino nuestros corazones y como éramos. En eso el padre San Francisco ordenó a que vinieran a acompañarle a usted el ángel más hermoso a ese incomparable que lo acompañe otro ángel más pequeño y hermoso. y dijo también que el ángel pequeño traiga una copa lleno de miel. Al instante aparecieron los dos ángeles el pequeño con la copa llena de miel. y después el padre san francisco dijo venga el ángel menos importante y traiga en un tarro de gasolina excremento humano ,en eso apareció un ángel viejo y estaba cansado, con las alas caídas. Dijo El padre san Francisco al ángel hermoso que lo cubriera a usted patrón con la miel, y así fue cubierto de miel, se veía resplandeciente patroncito. Así tenía que ser dijo en eso el patrón que escuchaba el sueño; Al ángel viejo, dijo cúbrelo a este despreciable con el excremento y así me cubrió con excremento patroncito. Él padre San Francisco dijo todo cuanto los ángeles debían hacer ya está hecho. Ahora lámanse el uno al otro, por mucho tiempo. El viejo ángel rejuveneció en ese mismo instante. Sus alas se recuperaron, su fuerza. Así termina está historia el sueño del pongo con la reivindicación del pongo por el tanto maltrato que se le dio.