Cada equipo se compone de doce (12) jugadores que podrán ser inscritos en el acta del encuentro. Un partido de fútsal dura 40 minutos, con 20 minutos cada periodo, y un descanso de 15 minutos. En una fase de eliminatorias, si después de los 40 minutos el partido registra un empate, se decidirá en una prórroga de 10 minutos, dividida en dos periodos de 5 minutos. La tanda de penales tendrá lugar si las tablas persisten entre ambos equipos después de la prórroga. Existen dos lanzamientos de penal en el microfutbol: uno desde 6 metros, cuando un jugador comete una falta dentro de su propia área; y otro desde 10 metros, que sobreviene después de que un equipo haya cometido 5 faltas.
Pese a tener un terreno de juego más pequeño, un partido más breve y menos jugadores, el fútsal tiene más árbitros (tres), que cooperan a la hora de controlar el partido. Dos árbitros se ocupan de lo que ocurre en la cancha, mientras los otros dos -el encargado del tiempo y el tercer árbitro- vigilan el tiempo y las faltas acumuladas. En un partido de microfutbol no existe el fuera de juego, por lo que las tácticas defensivas son diferentes. Así, normalmente la mitad del equipo -el portero y otros dos jugadores- tienen que quedarse atrás.
Cada equipo se compone de doce (12) jugadores que podrán ser inscritos en el acta del encuentro.
Un partido de fútsal dura 40 minutos, con 20 minutos cada periodo, y un descanso de 15 minutos. En una fase de eliminatorias, si después de los 40 minutos el partido registra un empate, se decidirá en una prórroga de 10 minutos, dividida en dos periodos de 5 minutos. La tanda de penales tendrá lugar si las tablas persisten entre ambos equipos después de la prórroga.
Existen dos lanzamientos de penal en el microfutbol: uno desde 6 metros, cuando un jugador comete una falta dentro de su propia área; y otro desde 10 metros, que sobreviene después de que un equipo haya cometido 5 faltas.
Pese a tener un terreno de juego más pequeño, un partido más breve y menos jugadores, el fútsal tiene más árbitros (tres), que cooperan a la hora de controlar el partido. Dos árbitros se ocupan de lo que ocurre en la cancha, mientras los otros dos -el encargado del tiempo y el tercer árbitro- vigilan el tiempo y las faltas acumuladas.
En un partido de microfutbol no existe el fuera de juego, por lo que las tácticas defensivas son diferentes. Así, normalmente la mitad del equipo -el portero y otros dos jugadores- tienen que quedarse atrás.