Hay una variedad grande de platos típicos de Chile, cuales se esta perdiendo de poco a poco en la gastronomía.
Ajiaco
Este plato no es propiamente chileno, se lo encuentra en Bogotá, Colombia, por ejemplo. Pero en el caso chileno, generalmente se lo realiza con las sobras de carne de un gran asado, cuando el cuerpo está un poco cortado. En el caldo de la carne asada se agregan papas, cebollas picadas, ají, perejil, sal, pimienta, comino y orégano. Esta sabrosa sopa ayuda a componer el cuerpo o la caña y repone las energías, para ir al trabajo o bien, para seguir celebrando lo que haya de ser celebrado
Arrollado huaso
Cuando un cerdo está listo para ser faenado después de una larga engorda, el invierno pega a la puerta de las casas del sur, por lo tanto, se aprovecha casi todo el animal, para matar el frío y celebrar algún Santo a mediados de Junio. En el caso del arrollado se utiliza la pulpa y el tocino en tiras largas, ajo, pimienta y comino a gusto, se lo enrolla en el cuero del cerdo, pintando el cilindro que se forma, con salsa de ají y amarrándolo con pitilla, para luego cocinarlo en un caldo, mientras la parentela comienza a llegar con el olorcito sabroso de esta preparación. Lo de huaso viene por la salsa de ají, coloradito y contento por el calor del fogón y el vino para celebrar al Santo de la casa.
Caldillo de congrio
Pablo Neruda le dedicó una oda y de paso, lo hizo famoso, especialmente en Isla Negra, donde vivió el poeta. Sin embargo, el caldillo se sirve en todo el litoral central de Chile y hasta un poco más al sur de Talcahuano. Reponedor y nada de pesado, hay preparaciones variadas, pero siempre humeante y presentado en una paila de greda, acompañado de algunos choritos y almejas, además de un buen vino blanco que haga los honores.
Carbonada
Un guiso de invierno muy tradicional en la cocina chilena. Hay versiones de este plato en otras cocinas de Latinoamérica y aquí en Chile se prepara con papas, zapallo, zanahorias, porotitos y aliños varios, además de carne cortada en pequeños trozos. Abundante en caldo y con perejil espolvoreado cuando se sirve en un plato hondo.
Cazuela nogada
La cazuela no es un plato exclusivamente chileno, pero en el sector de El Almendral, en la provincia de Chacabuco y cercano a Los Andes, se prepara la Cazuela de Ave Nogada. Plato ingenioso y criaturero, para pasar males de amor o festejos muy largos, o bien, para reponer las energías después de un largo viaje.
Chancho en piedra
Originario del Maule, el preparado de tomate machacado, cebolla, ajo, aceite y sal, nació de la faena agrícola, cuando los peones terminaban la labranza y lavaban la pala en un canal, para machacar el tomate y los demás ingredientes con una piedra. Este “cauceo” se untaba con la gran galleta latifundista. Un pan por peón, entregado junto con la choca en las mañanas, a la entrada del fundo. El chancado en piedra fue llevado a la mesa en una piedra cóncava, de origen volcánico. La deformación fonética del chanco fue derivando en el Chancho. Se lo come en todo el Maule, en algunos casos acompañado de sopaipillas, pan amasado y también con queso fresco o blanco.
Chapalele
También absolutamente chilote, se encuentra en muchas preparaciones australes de chile, debido a la emigración de la gente de la Isla Grande hasta las tierras de Magallanes. Muy similar al Milcao, la diferencia de esta preparación es que se le agregan dos huevos y harina, la mezcla se corta en rectángulos y se cuece en el Curanto o bien, se lo fríe en abundante manteca de chancho.
Charqui de caballo
El charqui es carne de caballos, seca con sal. Los españoles llegaron a América con el ajo y el charqui, que en Chile se preparaba con la carne de los caballos más viejos en la época de la Conquista, especialmente para el invierno, cuando el ganado estaba flaco para faenarlo.
Chorillana
Nacida en el puerto de Valparaíso, el plato es a base de papa, cebolla cortada muy fina, longaniza, bistec y de coronación uno o dos huevos fritos. En el “J Cruz M” restaurante tradicional del puerto, se ofrece los sábados y domingos este plato rico en colesterol, muy bueno si después de comerlo se van a subir alguno de los cerros del puerto. No haga trampa, suba los cerros a pie y bájelos en los ascensores.
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Alejandra1431
Pollo al barro Tome un pollo tierno, ojalá uno no muy correteado por entremedio de la huerta. Lávelo, embadúrnelo de sal con ajo y envuélvalo en un plástico. Luego, haga una pasta de tierra con agua y cubra al pollo. Lleve la preparación al horno de barro y espere con paciencia finita, porque el pollo se cocinará en un “santiamén”, en su propio jugo.
Alejandra1431
Porotos granados Aunque en algunos casos compartimos preparaciones y platos con otras naciones latinoamericanas, en el caso de los Porotos Granados, el ingenio fue absolutamente chileno. Con porotos coscorrones nuevos, choclo, zapallo, albahaca se realiza este plato propio de la época estival. Pueden ser con mazamorra donde la cuchara queda parada en el plato, o bien, con más agua si hay visitas.
Alejandra1431
Prietas La prieta sureña se sirve con papas cocidas y al calor del rescoldo hogareño. Plato de preparación invernal que se encuentra en carnicerías tradicionales. Es posible encontrarla en algún restaurante muy criollo o en alguna picada, porque al igual que muchos otros platos nacionales, no logra entrar a los círculos gastronómicos más exclusivos.
Alejandra1431
Sopa de mariscos Chile es un país con una extensa costa, sin embargo, no son tantos los platos de origen marino que se encuentran en la gastronomía chilena. Si bien el pescado frito es el rey de los restaurantes en verano, durante todo el año se puede disfrutar de una reponedora Sopa de mariscos, hecha con merluza, choritos, cebolla, dientes de ajo y si vienen de la caleta El Membrillo, en la costa central de Chile, con rebanadas de pan de molde, leche y perejil.
Alejandra1431
Valdiviano Un plato proveniente de la guarnición de Santiago en su origen, en el viaje en tren que se hacía desde la capital al sur de chile, antes de llegar a la estación de Valdivia y después de una noche larga, se servía la preparación de una sopa muy sustanciosa a base de huevo, cebolla, carne, verduras varias. Cuando se bajaba en Valdivia, el cuerpo estaba repuesto y aclimatado al cambio de temperatura.
Los platos típicos de Chile
Hay una variedad grande de platos típicos de Chile, cuales se esta perdiendo de poco a poco en la gastronomía.
Este plato no es propiamente chileno, se lo encuentra en Bogotá, Colombia, por ejemplo. Pero en el caso chileno, generalmente se lo realiza con las sobras de carne de un gran asado, cuando el cuerpo está un poco cortado. En el caldo de la carne asada se agregan papas, cebollas picadas, ají, perejil, sal, pimienta, comino y orégano. Esta sabrosa sopa ayuda a componer el cuerpo o la caña y repone las energías, para ir al trabajo o bien, para seguir celebrando lo que haya de ser celebrado
Cuando un cerdo está listo para ser faenado después de una larga engorda, el invierno pega a la puerta de las casas del sur, por lo tanto, se aprovecha casi todo el animal, para matar el frío y celebrar algún Santo a mediados de Junio. En el caso del arrollado se utiliza la pulpa y el tocino en tiras largas, ajo, pimienta y comino a gusto, se lo enrolla en el cuero del cerdo, pintando el cilindro que se forma, con salsa de ají y amarrándolo con pitilla, para luego cocinarlo en un caldo, mientras la parentela comienza a llegar con el olorcito sabroso de esta preparación. Lo de huaso viene por la salsa de ají, coloradito y contento por el calor del fogón y el vino para celebrar al Santo de la casa.
Pablo Neruda le dedicó una oda y de paso, lo hizo famoso, especialmente en Isla Negra, donde vivió el poeta. Sin embargo, el caldillo se sirve en todo el litoral central de Chile y hasta un poco más al sur de Talcahuano. Reponedor y nada de pesado, hay preparaciones variadas, pero siempre humeante y presentado en una paila de greda, acompañado de algunos choritos y almejas, además de un buen vino blanco que haga los honores.
Un guiso de invierno muy tradicional en la cocina chilena. Hay versiones de este plato en otras cocinas de Latinoamérica y aquí en Chile se prepara con papas, zapallo, zanahorias, porotitos y aliños varios, además de carne cortada en pequeños trozos. Abundante en caldo y con perejil espolvoreado cuando se sirve en un plato hondo.
La cazuela no es un plato exclusivamente chileno, pero en el sector de El Almendral, en la provincia de Chacabuco y cercano a Los Andes, se prepara la Cazuela de Ave Nogada. Plato ingenioso y criaturero, para pasar males de amor o festejos muy largos, o bien, para reponer las energías después de un largo viaje.
Originario del Maule, el preparado de tomate machacado, cebolla, ajo, aceite y sal, nació de la faena agrícola, cuando los peones terminaban la labranza y lavaban la pala en un canal, para machacar el tomate y los demás ingredientes con una piedra. Este “cauceo” se untaba con la gran galleta latifundista. Un pan por peón, entregado junto con la choca en las mañanas, a la entrada del fundo. El chancado en piedra fue llevado a la mesa en una piedra cóncava, de origen volcánico. La deformación fonética del chanco fue derivando en el Chancho. Se lo come en todo el Maule, en algunos casos acompañado de sopaipillas, pan amasado y también con queso fresco o blanco.
También absolutamente chilote, se encuentra en muchas preparaciones australes de chile, debido a la emigración de la gente de la Isla Grande hasta las tierras de Magallanes. Muy similar al Milcao, la diferencia de esta preparación es que se le agregan dos huevos y harina, la mezcla se corta en rectángulos y se cuece en el Curanto o bien, se lo fríe en abundante manteca de chancho.
El charqui es carne de caballos, seca con sal. Los españoles llegaron a América con el ajo y el charqui, que en Chile se preparaba con la carne de los caballos más viejos en la época de la Conquista, especialmente para el invierno, cuando el ganado estaba flaco para faenarlo.
Nacida en el puerto de Valparaíso, el plato es a base de papa, cebolla cortada muy fina, longaniza, bistec y de coronación uno o dos huevos fritos. En el “J Cruz M” restaurante tradicional del puerto, se ofrece los sábados y domingos este plato rico en colesterol, muy bueno si después de comerlo se van a subir alguno de los cerros del puerto. No haga trampa, suba los cerros a pie y bájelos en los ascensores.
Tome un pollo tierno, ojalá uno no muy correteado por entremedio de la huerta. Lávelo, embadúrnelo de sal con ajo y envuélvalo en un plástico. Luego, haga una pasta de tierra con agua y cubra al pollo. Lleve la preparación al horno de barro y espere con paciencia finita, porque el pollo se cocinará en un “santiamén”, en su propio jugo.
Aunque en algunos casos compartimos preparaciones y platos con otras naciones latinoamericanas, en el caso de los Porotos Granados, el ingenio fue absolutamente chileno. Con porotos coscorrones nuevos, choclo, zapallo, albahaca se realiza este plato propio de la época estival. Pueden ser con mazamorra donde la cuchara queda parada en el plato, o bien, con más agua si hay visitas.
La prieta sureña se sirve con papas cocidas y al calor del rescoldo hogareño. Plato de preparación invernal que se encuentra en carnicerías tradicionales. Es posible encontrarla en algún restaurante muy criollo o en alguna picada, porque al igual que muchos otros platos nacionales, no logra entrar a los círculos gastronómicos más exclusivos.
Chile es un país con una extensa costa, sin embargo, no son tantos los platos de origen marino que se encuentran en la gastronomía chilena. Si bien el pescado frito es el rey de los restaurantes en verano, durante todo el año se puede disfrutar de una reponedora Sopa de mariscos, hecha con merluza, choritos, cebolla, dientes de ajo y si vienen de la caleta El Membrillo, en la costa central de Chile, con rebanadas de pan de molde, leche y perejil.
Un plato proveniente de la guarnición de Santiago en su origen, en el viaje en tren que se hacía desde la capital al sur de chile, antes de llegar a la estación de Valdivia y después de una noche larga, se servía la preparación de una sopa muy sustanciosa a base de huevo, cebolla, carne, verduras varias. Cuando se bajaba en Valdivia, el cuerpo estaba repuesto y aclimatado al cambio de temperatura.