Para los marxistas la revolución china fue el segundo gran acontecimiento de la historia humana, sólo después de la revolución bolchevique de 1917. Millones de seres humanos, que hasta ese momento habían sido las bestias de carga del imperialismo, rompieron el yugo humillante del imperialismo y el capitalismo, entrando en el escenario de la historia mundial.
La primera revolución china de 1925-1927 fue una genuina revolución proletaria. Pero fue abortada por la política errónea de Stalin y Bujarin, que subordinaron a la clase obrera china al presunto democrático burgués Chiang Kai-shek. El Partido Comunista de China se disolvió en el burgués Kuomintang (KMT) y Stalin incluso invitó a Chiang Kai-shek a ser miembro del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista.
Esta política desastrosa llevó a la derrota catastrófica de 1927, cuando el “demócrata burgués” Chiang Kai-shek organizó la masacre de los comunistas en Shanghái. El aplastamiento de la clase obrera china determinó más tarde el carácter de la revolución china. Los remanentes del Partido Comunista huyeron al campo, donde comenzaron a organizar una guerra de guerrillas basada en el campesinado. Eso cambió radicalmente el curso de la revolución.
Podredumbre de la burguesía
La revolución de 1949 triunfó debido al absoluto callejón sin salida que representaban el latifundismo y el capitalismo para China. El nacionalista burgués Chiang Kai-shek, que llegó al poder en 1927 sobre los cuerpos destrozados de los trabajadores de Shanghái, tuvo dos décadas para demostrar lo que podía hacer. Pero al final, China dependía del imperialismo, el problema agrario no resolvió y China siguió siendo un país atrasado, semifeudal y semicolonial. La burguesía china, junto con todas las demás clases propietarias, que estaban entretejidas con el imperialismo, formaba un bloque reaccionario que se oponía al cambio.
La podredumbre de la burguesía china quedó al descubierto cuando los imperialistas japoneses en 1931 invadieron Manchuria. Durante la lucha para derrotar a los invasores japoneses, los comunistas chinos ofrecieron un frente único a los nacionalistas burgueses del Kuomintang encabezado por Chiang Kai-shek. Pero en realidad el nivel real de cooperación entre las fuerzas de Mao y el KMT fue mínima durante la Segunda Guerra Mundial. La alianza del PCCh y el KMT era un frente único sólo de nombre.
La lucha de China contra Japón se fundió con la conflagración general de la Segunda Guerra Mundial. Los comunistas asumieron la mayor parte de la lucha contra los japoneses. Las fuerzas del KMT siempre estuvieron más preocupadas de luchar contra los rojos. En diciembre de 1940, Chiang Kai-shek exigió que el Cuarto Nuevo Ejército del PCCh evacuara las provincias de Anhui y Jiangsu. Eso provocó enfrentamientos importantes entre el Ejército Popular de Liberación (ELP) y las fuerzas de Chiang, causando miles de muertos. Eso significó el final del presunto frente único.
La Segunda Guerra Mundial terminó con el enorme fortalecimiento del imperialismo norteamericano y de la Rusia de Stalin, además del conflicto inevitable entre ellos que ya era evidente antes del final de la guerra. El 9 de agosto de 1945 las fuerzas soviéticas lanzaron la impresionante Ofensiva Estratégica sobre Manchuria para atacar a los japoneses en Manchuria y a lo largo de la frontera chino-mongola. En una campaña relámpago, el ejército soviético aplastó al japonés y ocupó Manchuria. Rodearon a los 700.000 soldados japoneses estacionados en la región y el Ejército Rojo conquistó Manchukuo, Mengjiang (Mongolia interior), Corea del Norte, Sakhalin del sur y las islas Kuril.
Para los marxistas la revolución china fue el segundo gran acontecimiento de la historia humana, sólo después de la revolución bolchevique de 1917. Millones de seres humanos, que hasta ese momento habían sido las bestias de carga del imperialismo, rompieron el yugo humillante del imperialismo y el capitalismo, entrando en el escenario de la historia mundial.
La primera revolución china de 1925-1927 fue una genuina revolución proletaria. Pero fue abortada por la política errónea de Stalin y Bujarin, que subordinaron a la clase obrera china al presunto democrático burgués Chiang Kai-shek. El Partido Comunista de China se disolvió en el burgués Kuomintang (KMT) y Stalin incluso invitó a Chiang Kai-shek a ser miembro del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista.
Esta política desastrosa llevó a la derrota catastrófica de 1927, cuando el “demócrata burgués” Chiang Kai-shek organizó la masacre de los comunistas en Shanghái. El aplastamiento de la clase obrera china determinó más tarde el carácter de la revolución china. Los remanentes del Partido Comunista huyeron al campo, donde comenzaron a organizar una guerra de guerrillas basada en el campesinado. Eso cambió radicalmente el curso de la revolución.
Podredumbre de la burguesíaLa revolución de 1949 triunfó debido al absoluto callejón sin salida que representaban el latifundismo y el capitalismo para China. El nacionalista burgués Chiang Kai-shek, que llegó al poder en 1927 sobre los cuerpos destrozados de los trabajadores de Shanghái, tuvo dos décadas para demostrar lo que podía hacer. Pero al final, China dependía del imperialismo, el problema agrario no resolvió y China siguió siendo un país atrasado, semifeudal y semicolonial. La burguesía china, junto con todas las demás clases propietarias, que estaban entretejidas con el imperialismo, formaba un bloque reaccionario que se oponía al cambio.
La podredumbre de la burguesía china quedó al descubierto cuando los imperialistas japoneses en 1931 invadieron Manchuria. Durante la lucha para derrotar a los invasores japoneses, los comunistas chinos ofrecieron un frente único a los nacionalistas burgueses del Kuomintang encabezado por Chiang Kai-shek. Pero en realidad el nivel real de cooperación entre las fuerzas de Mao y el KMT fue mínima durante la Segunda Guerra Mundial. La alianza del PCCh y el KMT era un frente único sólo de nombre.
La lucha de China contra Japón se fundió con la conflagración general de la Segunda Guerra Mundial. Los comunistas asumieron la mayor parte de la lucha contra los japoneses. Las fuerzas del KMT siempre estuvieron más preocupadas de luchar contra los rojos. En diciembre de 1940, Chiang Kai-shek exigió que el Cuarto Nuevo Ejército del PCCh evacuara las provincias de Anhui y Jiangsu. Eso provocó enfrentamientos importantes entre el Ejército Popular de Liberación (ELP) y las fuerzas de Chiang, causando miles de muertos. Eso significó el final del presunto frente único.
La Segunda Guerra Mundial terminó con el enorme fortalecimiento del imperialismo norteamericano y de la Rusia de Stalin, además del conflicto inevitable entre ellos que ya era evidente antes del final de la guerra. El 9 de agosto de 1945 las fuerzas soviéticas lanzaron la impresionante Ofensiva Estratégica sobre Manchuria para atacar a los japoneses en Manchuria y a lo largo de la frontera chino-mongola. En una campaña relámpago, el ejército soviético aplastó al japonés y ocupó Manchuria. Rodearon a los 700.000 soldados japoneses estacionados en la región y el Ejército Rojo conquistó Manchukuo, Mengjiang (Mongolia interior), Corea del Norte, Sakhalin del sur y las islas Kuril.