Charles-Louis de Secondat, barón de Montesquieu nació en Burdeos, Francia en 1689, fue pensador y filósofo ilustrado que creía firmemente en la teoría de la separación de poderes, se diferenció de otros escritores de la época por su búsqueda concreta y no abstracta, lo que, lo ha definido como uno de los mayores representantes de la ideología política occidental a través de la historia.
Montesquieu fue quien planteó una dura crítica a las costumbres y forma de vida de los franceses, crea una tesis sociológica y defiende que los acontecimientos del hombre no son obra del azar, sino obra de causas determinadas.
Montesquieu sostenía que las leyes de la naturaleza, llamadas así porque derivan únicamente de la constitución de nuestro ser. Para conocerlas bien, hay que considerar a un hombre antes del establecimiento de las sociedades. En dicho estado, las leyes que se reciben son las de la naturaleza. En su estado natural, el hombre, tendría la facultad de conocer y sus primeras ideas no serían especulativas. Pensaría en la conservación. Un hombre así, sólo sería consciente de su debilidad y su timidez ante un mundo desconocido. En estas condiciones cada uno se sentiría inferior a los demás o igual, de modo que nadie tendría razones para atacar a los otros. Y es así como la paz se convertiría en la primera ley natural. Su debilidad abriría el paso a sus necesidades y de esa manera nacería otra ley natural. El temor, el placer, la atracción, el conocimiento, constituiría la tercera ley natural. Y el deseo de vivir en sociedad es la cuarta ley natural.
Tan pronto como los hombres se hallan en sociedad, pierden el sentimiento de su debilidad; termina esa igualdad que había entre ellos, y comienza el estado de guerra: 1. La fuerza que cada sociedad genera conlleva a un estado de guerra de nación a nación. 2. La fuerza que experimentan los individuos pertenecientes a una sociedad de lograr que las ventajas de dicha sociedad los favorezcan, trae consigo un estado de guerra interno.
Estas dos clases de estados de guerra establecen las leyes entre los hombres, habitantes de un planeta, en el que es necesario que haya muchos pueblos, éstos tienen leyes en las relaciones que sostienen los unos con los otros, es el Derecho de gentes. Al vivir en una sociedad, se tienen leyes que regulan la relación entre gobernantes y gobernados, se trata de el Derecho político. También existen leyes que establecen en las relaciones que los ciudadanos tienen entre sí, se habla del derecho civil. Una sociedad no podría subsistir sin un gobierno. La reunión de todas las fuerzas particulares forma lo que se llama un Estado Político. En cada Estado hay tres clases de poderes:
El legislativo: el príncipe o magistrado hace las leyes para cierto tiempo o para siempre, y corrige o deroga las que están hechas. El ejecutivo: hace la paz o la guerra, envía o recibe embajadores, establece la seguridad y previene las invasiones. El judicial: castiga los crímenes o decide las contiendas de los particulares.
Charles-Louis de Secondat, barón de Montesquieu nació en Burdeos, Francia en 1689, fue pensador y filósofo ilustrado que creía firmemente en la teoría de la separación de poderes, se diferenció de otros escritores de la época por su búsqueda concreta y no abstracta, lo que, lo ha definido como uno de los mayores representantes de la ideología política occidental a través de la historia.
Montesquieu fue quien planteó una dura crítica a las costumbres y forma de vida de los franceses, crea una tesis sociológica y defiende que los acontecimientos del hombre no son obra del azar, sino obra de causas determinadas.
Montesquieu sostenía que las leyes de la naturaleza, llamadas así porque derivan únicamente de la constitución de nuestro ser. Para conocerlas bien, hay que considerar a un hombre antes del establecimiento de las sociedades. En dicho estado, las leyes que se reciben son las de la naturaleza. En su estado natural, el hombre, tendría la facultad de conocer y sus primeras ideas no serían especulativas. Pensaría en la conservación. Un hombre así, sólo sería consciente de su debilidad y su timidez ante un mundo desconocido. En estas condiciones cada uno se sentiría inferior a los demás o igual, de modo que nadie tendría razones para atacar a los otros. Y es así como la paz se convertiría en la primera ley natural. Su debilidad abriría el paso a sus necesidades y de esa manera nacería otra ley natural. El temor, el placer, la atracción, el conocimiento, constituiría la tercera ley natural. Y el deseo de vivir en sociedad es la cuarta ley natural.
Tan pronto como los hombres se hallan en sociedad, pierden el sentimiento de su debilidad; termina esa igualdad que había entre ellos, y comienza el estado de guerra:
1. La fuerza que cada sociedad genera conlleva a un estado de guerra de nación a nación.
2. La fuerza que experimentan los individuos pertenecientes a una sociedad de lograr que las ventajas de dicha sociedad los favorezcan, trae consigo un estado de guerra interno.
Estas dos clases de estados de guerra establecen las leyes entre los hombres, habitantes de un planeta, en el que es necesario que haya muchos pueblos, éstos tienen leyes en las relaciones que sostienen los unos con los otros, es el Derecho de gentes. Al vivir en una sociedad, se tienen leyes que regulan la relación entre gobernantes y gobernados, se trata de el Derecho político. También existen leyes que establecen en las relaciones que los ciudadanos tienen entre sí, se habla del derecho civil. Una sociedad no podría subsistir sin un gobierno. La reunión de todas las fuerzas particulares forma lo que se llama un Estado Político. En cada Estado hay tres clases de poderes:
El legislativo: el príncipe o magistrado hace las leyes para cierto tiempo o para siempre, y corrige o deroga las que están hechas.
El ejecutivo: hace la paz o la guerra, envía o recibe embajadores, establece la seguridad y previene las invasiones.
El judicial: castiga los crímenes o decide las contiendas de los particulares.