En el barco comenzó la civilización de Pedro. Lo primero que hicieron fue cortarle el pelo y bañarlo, luego vestirlo. Se le dieron ropas nuevas y se le enseñó a ponérselas y usarlas. Todo lo admitió y todo lo adoptó entusiasmado. Lo único que rechazó fueron los zapatos. Lo inmovilizaban: sentirlos en los pies y quedarse inválido era todo uno: No había quién lo hiciera dar un paso y en vano los marineros bailaban y zapateaban ante él para demostrarle la utilidad y la inofensividad del calzado. Pedro lo rechazó rotundamente y sólo con el tiempo sus pies se habituaron a ellos.
la historia es un cuento