El difunto tenía que atravesar el Duat, el mundo subterráneo, y hacer frente a peligrosos monstruos que le intentarían impedir que llegara a la Sala de las Dos Verdades, la del Juicio de Osiris, donde se decidiría su paso o no a los Campos de Yaru -el paraíso de los egipcios.
Anubis lleva al difunto a la Sala de las Dos Verdades;el juicio lo presidía el dios Osiris, dios de los muertos y de la momificación, ayudado por 42 demonios -que representaban los 42 nomos o provincias del país. Allí tenía que responder ante ellos las 42 negaciones de haber realizado actos impuros, rogando previamente a su corazón, allí presente, que no le contradijera. Por si acaso el muerto era un poco desmemoriado se le enterraba con un escarabeo encima del corazón, donde estaba escrita la fórmula mágica que impediría a este órgano cantar las verdades...para confirmar sus respuestas, se pesa el corazón en una balanza, haciendo contrapeso la pluma de la Verdad, la diosa Maat, mientras que Thot, dios de la escritura, anotaba el resultado: si la balanza se mantenía en equilibrio, el difunto había dicho la verdad y podía entrar en el Paraíso. Pero si mentía, la balanza se desequilibraría y el monstruo Ammit lo devoraríahabía otra posibilidad de castigo, pues a veces Ammit no se comía el alma y el corazón del espíritu, sino que se le condenaba a las penas del infierno, antes de ser definitivamente aniquilado.
El difunto tenía que atravesar el Duat, el mundo subterráneo, y hacer frente a peligrosos monstruos que le intentarían impedir que llegara a la Sala de las Dos Verdades, la del Juicio de Osiris, donde se decidiría su paso o no a los Campos de Yaru -el paraíso de los egipcios.
Anubis lleva al difunto a la Sala de las Dos Verdades;el juicio lo presidía el dios Osiris, dios de los muertos y de la momificación, ayudado por 42 demonios -que representaban los 42 nomos o provincias del país. Allí tenía que responder ante ellos las 42 negaciones de haber realizado actos impuros, rogando previamente a su corazón, allí presente, que no le contradijera. Por si acaso el muerto era un poco desmemoriado se le enterraba con un escarabeo encima del corazón, donde estaba escrita la fórmula mágica que impediría a este órgano cantar las verdades...para confirmar sus respuestas, se pesa el corazón en una balanza, haciendo contrapeso la pluma de la Verdad, la diosa Maat, mientras que Thot, dios de la escritura, anotaba el resultado: si la balanza se mantenía en equilibrio, el difunto había dicho la verdad y podía entrar en el Paraíso. Pero si mentía, la balanza se desequilibraría y el monstruo Ammit lo devoraríahabía otra posibilidad de castigo, pues a veces Ammit no se comía el alma y el corazón del espíritu, sino que se le condenaba a las penas del infierno, antes de ser definitivamente aniquilado.esos son los pasos