Un ataque de tiburón es una agresión sobre un ser humano producida por un tiburón. Cada año, un determinado número de personas son atacadas por tiburones, aunque estos ataques no suelen ser mortales.
El tiburón es una especie depredadora, especialmente nocturna, cuya actividad se incrementa en las noches sin luna, ya que, aunque se adapta perfectamente a diferentes niveles de luz, se mueve por impulsos electromagnéticos, a través de las ampollas de Lorenzini.1 Sin embargo, no hay que ignorar su orientación a través del olfato y la vista. Aunque la vista y el oído son los sentidos más despreciados en los tiburones, éstos dan información al cerebro sobre su velocidad y su dinamismo.
A partir de estos datos se producen comentarios sobre su comportamiento hostil. De todos modos, el tiburón, especialmente el tiburón blanco, ha tenido suficientes casos para convertirse en grandes animales peligrosos y a convertirlo en un enemigo casi indestructible.
A pesar de la relativa poca frecuencia de este tipo de ataques, el miedo a los escualos es un fenómeno bastante extendido, en parte gracias a la histeria colectiva que suele acompañar a este tipo de sucesos y a la existencia de exitosas películas de ficción como Tiburón.1 Muchos expertos en este tipo de predadores consideran que el peligro que éstos representan ha sido magnificado. A su vez, Peter Beckley, escritor de la novela Jabs, en la cual se basaba la popular película de Steven Spielberg, intentó disipar el mito de los tiburones como devoradores de seres humanos en sus últimos años de vida.
Respuesta:
Respuesta
Un ataque de tiburón es una agresión sobre un ser humano producida por un tiburón. Cada año, un determinado número de personas son atacadas por tiburones, aunque estos ataques no suelen ser mortales.
El tiburón es una especie depredadora, especialmente nocturna, cuya actividad se incrementa en las noches sin luna, ya que, aunque se adapta perfectamente a diferentes niveles de luz, se mueve por impulsos electromagnéticos, a través de las ampollas de Lorenzini.1 Sin embargo, no hay que ignorar su orientación a través del olfato y la vista. Aunque la vista y el oído son los sentidos más despreciados en los tiburones, éstos dan información al cerebro sobre su velocidad y su dinamismo.
A partir de estos datos se producen comentarios sobre su comportamiento hostil. De todos modos, el tiburón, especialmente el tiburón blanco, ha tenido suficientes casos para convertirse en grandes animales peligrosos y a convertirlo en un enemigo casi indestructible.
A pesar de la relativa poca frecuencia de este tipo de ataques, el miedo a los escualos es un fenómeno bastante extendido, en parte gracias a la histeria colectiva que suele acompañar a este tipo de sucesos y a la existencia de exitosas películas de ficción como Tiburón.1 Muchos expertos en este tipo de predadores consideran que el peligro que éstos representan ha sido magnificado. A su vez, Peter Beckley, escritor de la novela Jabs, en la cual se basaba la popular película de Steven Spielberg, intentó disipar el mito de los tiburones como devoradores de seres humanos en sus últimos años de vida.
Explicación:ESPERO TE SIRVA