Las luminarias fluorescentes tienen dos partes clave: el cebador y el balasto. El primero está lleno de gases de mercurio, neón y argón a baja presión. El balastol, por su parte, es una bobina formada por alambre de cobre con esmalte. La descarga eléctrica al encender la luz ioniza los gases, que elevan su temperatura.
Respuesta:
Las luminarias fluorescentes tienen dos partes clave: el cebador y el balasto. El primero está lleno de gases de mercurio, neón y argón a baja presión. El balastol, por su parte, es una bobina formada por alambre de cobre con esmalte. La descarga eléctrica al encender la luz ioniza los gases, que elevan su temperatura.
Explicación: