El calentamiento está diseñado para una doble función muy importante. Por una parte proviene lesiones y por otra, mejora la ejecución de la actividad física que se practica.
Es de especial importancia saber que el músculo llega al máximo rendimiento cuando están funcionando todos los vasos sanguíneos. Una persona en reposo tiene alrededor del 15% de los vasos sanguíneos irrigando el músculo, mientras que tras diez minutos de ejercicio, la cifra cambia hasta al 70-75%. Por lo tanto, el trabajo físico aumenta el gasto energético y la temperatura de los músculos, lo que conduce a la mejoría de la coordinación con menos probabilidad de lesión.
El calentamiento está diseñado para una doble función muy importante. Por una parte proviene lesiones y por otra, mejora la ejecución de la actividad física que se practica.
Es de especial importancia saber que el músculo llega al máximo rendimiento cuando están funcionando todos los vasos sanguíneos. Una persona en reposo tiene alrededor del 15% de los vasos sanguíneos irrigando el músculo, mientras que tras diez minutos de ejercicio, la cifra cambia hasta al 70-75%. Por lo tanto, el trabajo físico aumenta el gasto energético y la temperatura de los músculos, lo que conduce a la mejoría de la coordinación con menos probabilidad de lesión.