Se tiene antecedentes de que los primeros arados, conocidos como tales, datan alrededor de 3.500 años antes de Cristo. Fueron las civilizaciones situadas en Oriente Medio donde los pueblos de Mesopotamia llevaron a cabo la labor de inventar este instrumento. En concreto las civilizaciones entre el Éufrates y el Tigris.
Estos ríos fertilizaban las tierras y regiones por las que iban transcurriendo. Gracias al agua los pueblos asirios y los caldeos obtenían gran parte de su riqueza de la rudimentaria agricultura que practicaban por aquel entonces. Los trabajos duros hicieron que intentaran utilizar un aparato que les ayudaba y simplificaba bastante su labor de siembra.
Los primeros instrumentos que se parecían a los futuros arados estaban realizados completamente en madera
Se tiene antecedentes de que los primeros arados, conocidos como tales, datan alrededor de 3.500 años antes de Cristo. Fueron las civilizaciones situadas en Oriente Medio donde los pueblos de Mesopotamia llevaron a cabo la labor de inventar este instrumento. En concreto las civilizaciones entre el Éufrates y el Tigris.
Estos ríos fertilizaban las tierras y regiones por las que iban transcurriendo. Gracias al agua los pueblos asirios y los caldeos obtenían gran parte de su riqueza de la rudimentaria agricultura que practicaban por aquel entonces. Los trabajos duros hicieron que intentaran utilizar un aparato que les ayudaba y simplificaba bastante su labor de siembra.
Los primeros instrumentos que se parecían a los futuros arados estaban realizados completamente en madera