El dióxido de carbono (CO2), junto al vapor de agua y otros gases, es uno de los denominados gases de efecto invernadero (G.E.I.). A pesar de que tiene diferentes funciones en el planeta, que hacen posible la vida en la Tierra, las emisiones de CO2 en exceso pueden generar grandes daños sobre los ecosistemas y la biodiversidad.
Las temperaturas de la superficie del planeta aumentan a gran ritmo. En los últimos 100 años, la temperatura media global ha aumentado 0,76 ºC (Grado Celsius). En el Ártico, hasta 5 ºC. Este aumento de la temperatura media de la Tierra es el calentamiento global.
la atmósfera está principalmente constituida por nitrógeno, oxígeno, algunos otros gases traza y aerosoles que regulan el sistema climático, al influir sobre el balance energético entre la radiación solar incidente y la radiación terrestre emitida.
El dióxido de carbono (CO2), junto al vapor de agua y otros gases, es uno de los denominados gases de efecto invernadero (G.E.I.). A pesar de que tiene diferentes funciones en el planeta, que hacen posible la vida en la Tierra, las emisiones de CO2 en exceso pueden generar grandes daños sobre los ecosistemas y la biodiversidad.
Las temperaturas de la superficie del planeta aumentan a gran ritmo. En los últimos 100 años, la temperatura media global ha aumentado 0,76 ºC (Grado Celsius). En el Ártico, hasta 5 ºC. Este aumento de la temperatura media de la Tierra es el calentamiento global.
la atmósfera está principalmente constituida por nitrógeno, oxígeno, algunos otros gases traza y aerosoles que regulan el sistema climático, al influir sobre el balance energético entre la radiación solar incidente y la radiación terrestre emitida.