Una vez que sabemos cuál es nuestro propósito, debemos conocer hacia dónde queremos ir, dónde queremos llegar, es posible que un negocio vaya bien por el simple hecho de abrir todas las mañanas, pero nos ayudará a definir nuestra estrategia el saber hacia dónde vamos. Es muy importante que esta visión marcada por la Dirección se transmita a todo el personal, que todos sepan hacía dónde nos dirigimos y remar en la misma línea. La visión es algo a largo plazo, a medio y corto plazo iremos avanzando mediante la definición de estrategias, objetivos y metas que nos ayuden a lograrla. Debemos evitar que la visión sea genérica intentando que sea lo más concreta posible, incluso medible para saber cuando la hemos conseguido o debemos cambiarla.
Una vez tenemos claro para qué estamos aquí, hacía dónde caminamos, es importante cómo lo vamos a conseguir, está claro que mediante la definición de estrategias, pero nuestros compañeros de viaje en ese camino serán nuestros valores, el no todo vale, lo que nos diferenciará de otras empresas. Es importante pensar estos valores, más vale que sean pocos, claros y asumidos por el personal, que poner una lista de los principios recurrentes que no sean realmente asimilados. Un paso más allá es derivar estos valores en un código de conducta.
Una vez que sabemos cuál es nuestro propósito, debemos conocer hacia dónde queremos ir, dónde queremos llegar, es posible que un negocio vaya bien por el simple hecho de abrir todas las mañanas, pero nos ayudará a definir nuestra estrategia el saber hacia dónde vamos. Es muy importante que esta visión marcada por la Dirección se transmita a todo el personal, que todos sepan hacía dónde nos dirigimos y remar en la misma línea. La visión es algo a largo plazo, a medio y corto plazo iremos avanzando mediante la definición de estrategias, objetivos y metas que nos ayuden a lograrla. Debemos evitar que la visión sea genérica intentando que sea lo más concreta posible, incluso medible para saber cuando la hemos conseguido o debemos cambiarla.
Una vez tenemos claro para qué estamos aquí, hacía dónde caminamos, es importante cómo lo vamos a conseguir, está claro que mediante la definición de estrategias, pero nuestros compañeros de viaje en ese camino serán nuestros valores, el no todo vale, lo que nos diferenciará de otras empresas. Es importante pensar estos valores, más vale que sean pocos, claros y asumidos por el personal, que poner una lista de los principios recurrentes que no sean realmente asimilados. Un paso más allá es derivar estos valores en un código de conducta.