robert1200
A propósito de sus extravagantes declaraciones después inútilmente matizadas, el alcalde de Vitoria viene a demostrar que ignora o desprecia el hecho más elemental de la democracia, que no es otro que respetar a las minorías y convivir con ellas, con el otro. Su intransigencia integrista le lleva a inculpar urbi et orbi a emigrantes por aprovecharse de nuestro sistema social. El hecho me recuerda cuando en París yo buscaba trabajo y me leía las ofertas de empleo en los periódicos. En la sección de empleadas de hogar dedicado a criadas, siempre aparecía la coletilla “españolas abstenerse”. Y es que cada vez que se empleaba a una española, su habitación terminaba como una “patera” en la que se cobijaban media docena de personas. Razón tenían los galos para esta discriminación, lo que no excluye que tengan un primer ministro y una alcaldesa parisina nacidos en España, lo que aquí equivaldría a que Rajoy y Botella fueran marroquíes.